La primera vez que vi a Kate Moss hace un chaparrón de años, para qué lo vamos a negar, me pareció una chica desvalida. Tiempo después me sugirió una pandillera de barrio. Y claro, la verdad de estos cambios de aparente actitud se deben al teatro, al puro teatro, que, según la sevillana Naty Abascal, es lo que debe hacer una verdadera modelo. Ser la intérprete de los sentimientos que el diseñador de turno le imprime a sus colecciones. O sea, que las modelos tienen que ser actrices y cuantas más tablas, mejor. Me he quedado reconfortada, no saben cuanto.
Tampoco es normal esa dualidad en una misma persona, pero cosas veredes… Ahora Kate Moss vuelve a interpretar los sentimientos de Stuart Weitzman, el zapatero norteamericano que fabrica en España, concretamente en Elda (Alicante). Kate Moss repite como imagen en la colección primavera-verano 2014, pero también ante la cámara de Mario Testino, y el resultado salta a la vista. Con un maquillaje natural, el pelo mojado y una ropa sucinta, Kate Moss nos muestra la esencia del estilo veraniego, sobre todo las sugerentes sandalias, como las negras, a las que han bautizado con el inevitable nombre de Nudist. Zapatos que visten el pie desnudo, sin perder sensualidad, claro que la Moss interpreta como ninguna.