Me encanta la ropa vaquera, no sólo los pantalones, sino todo aquello que se hace con «denim», vamos con el tejido de Nimes, que fue como empezó ese aluvión de unas prendas que también significaban rebeldía. Aunque los primeros que se los pusieran fueran los mineros, los tejanos, los «jeans», como quieran, son irremediablemente desenfadados, informales y ajenos a la etiqueta, aunque las lleven.
Hoy traemos a telademoda.com la nueva campaña «Exotic Jeans» otoño-invierno de Desigual, esa firma catalana que anda todo el día con el cómo me las maravillo yo para agradar a los consumidores. Ahora se estrena al ritmo de la canción «Desigual One Life», lo mejor del productor y «dejar» (DJ) Heren, siguiendo la estela de anteriores campañas, como el éxito de «Hundred Miles», banda sonora de la colección del pasado verano.
El nuevo anuncio tiene como protagonistas a las modelos y bailarinas Talleen Abu Hanna, Oli Donoso y Cai Lee. Cada una de ellas tiene una historia personal que las hace especiales y distintas, en consonancia con los valores que defiende la marca. El videoclip se ha grabado en el desierto de los Monegros, que si no lo conocéis merece la pena. Está en el valle del Ebro, en Aragón. O sea, aquí, en España.
En el videoclip se cuenta la historia de las tres bailarinas exóticas que, inspiradas a través de la colección de «Exotic Jeans», bailan una coreografía que promete ser la protagonista de las pistas de baile este otoño. Y claro, las tres vestidas con lo que veremos en esta temporada en la línea «jeans» de Desigual, donde una no sabe con qué quedarse, desde las cazadoras a los botines o los bolsos.
La nueva colección «Exotic Jeans» para este otoño-invierno, se mantiene fiel a los orígenes de Desigual, como no podía ser de otra manera, porque el sello, la impronta es necesaria en una marca. No sólo vale con las etiquetas. Las colecciones tienen que hablar por los codos de quiénes están detrás y, también, de su filosofía de vida. Quizás por eso siguen igual pero con un sinfín de novedades a las que me apunto.
Me apunto a los bolsos, juveniles, prácticos y con mucha cabida. Me apunto a las camisas, a las chaquetas, aunque ya tengo una de este verano, pero quiero más; a los vestidos y sobre todo a las faldas, llenas de vida y de entusiasmo. Como el resto de la colección, van cargadas de abalorios, bordados y «patchwork» de distintos materiales, pero sin caer en el empacho. Porque vamos a ser diferentes. Como Desigual.