Colores. Blanco

Fotos tomadas de internet

¿En qué se parecen la reina Letizia y el flamante secretario general del PSOE, Pedro Sánchez? No, no es un juego ni uno de esos chascarrillos de las redes sociales. Los dos, pertenecientes a la misma generación y a la misma clase, la media, jóvenes y atractivos, acaban de estrenar vestidos de blanco sus cargos, a los que han accedido de distinta manera. James Laver, estudioso de la moda, lo sentenció : «La ropa es inevitable. Es nada menos que el mobiliario de la mente hecho visible». Y los colores son tan elocuentes como la forma de llevarlos. El blanco significa pureza, virginidad, luz, optimismo, perfección, inocencia… Pero también, si nos excedemos, aislamiento y frío.  

La reina Letizia acudió a la proclamación del rey Felipe VI vestida de blanco; sí, blanco roto, pero blanco en un perfecto conjunto de vestido y abrigo de su diseñador de cabecera, Felipe Varela. Luego, ha seguido utilizando para sus actos públicos como reina de España el mismo color del que echó mano en su pedida  ¿Que es su color fetiche? No lo dudo, pero que también nos está mandando un claro mensaje de que empieza un nuevo ciclo; de que se ha cerrado un tiempo marcado al final por algunos capítulos turbios; de que pasamos página y nos renovamos. Y para reafirmarlo se viste de blanco, el color, que según los psicólogos, aporta paz y confort, ayuda a limpiar y aclarar las emociones, los pensamientos y el espíritu y da confianza.

Tanto la reina Letizia como Pedro Sánchez se exhibieron en los días previos a ocupar sus cargos con camisas blancas, de un blanco impoluto, y arremangados. Camisas blancas que simbolizan honradez y laboriosidad, en un evidente mensaje de estar dispuestos a la acción, al servicio a los demás; dispuestos a demostrar que ninguno milita en las filas de la clase ociosa, sino en la que no se amilana ante cualquier trabajo y se implica con los otros para «echar una mano». Pedro Sánchez, el hasta ahora desconocido líder socialista, guapetón (la belleza sigue siendo un activo a la hora de votar)  y locuaz, se enfundó su «traje de faena» mitinero, consistente en una camisa blanca.

Blanca, como esa «España, camisa blanca de mi esperanza», un verso de un poema del poeta social Blas de Otero, en el que Víctor Manuel se inspiró para componer una canción, cantada por su mujer, Ana Belén. Pedro Sánchez vendía esperanza, tan necesaria en estos tiempos; vendía futuro sin mácula, sin «manchas del pasado», a cuerpo descubierto, con una «modesta» camisa blanca. Había llegado la hora de hacer limpieza general en su partido; de renovar las caras y los estilos. «El blanco borra la edad», decía la inefable Coco Chanel, pero también, de manera subliminal, borra un pasado de salpicaduras. Un Don Limpio capaz de eliminar todas las impurezas. Lo que es menester, que diría un clásico, es que ambos, la reina Letizia y Pedro Sánchez, den en el blanco.