Charfal, cambio de tercio

por Clara Guzmán

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Charfal llevaba diez años moviéndose como pez en el agua en la moda cuando la crisis les hizo parar y reflexionar acerca de cómo encauzar el presente para poder tener futuro. El cambio de tercio les vino con la apertura de un factory «Clothing Box», en uno de los barrios más jóvenes de Sevilla, Los Bermejales. Allí se vende el stock de los creadores  andaluces y desde este invierno los diseños de la nueva firma, que llevará el nombre de este mercadillo.

Reinvertarse o morir es hoy en día el aserto que más concuerda con la actual situación de crisis económica y financiera. Un aserto que Charfal, a cuyo frente están Charo Juárez e Isabel Bores, ha llevado a la práctica con buenos resultados. Ahora la mentalidad del consumidor está cambiando y nadie mira que una prenda sea de la última colección del diseñador, sino que sea una ganga y se le saque partido. Charfal no ha pasado por alto esta nueva tendencia sociológica y lleva unos meses saboreando las mieles de su recién estrenado proyecto. «Hemos querido dar a la tienda una imagen muy neoyorkina, como un desembalaje. Los mercadillos están de moda, pero el nuestro cuenta con el atractivo de que además de precios asequibles, iremos rotando cada mes las marcas de creadores andaluces, no sólo de ropa, sino de zapatos, de sombreros, de complementos. La idea es mover el stock de todo el mundo. Esta es una tienda piloto, que si funciona abriremos otras como outlet. Además, a partir de septiembre haremos una colección de cuarenta prendas consistente en vestidos y camisas estampadas y con mucho colorido, como el Charfal de siempre. Como el Charfal que durante diez años diseñamos en Sevilla y producimos en la India y Turquía, pero que a partir de ahora tomará el nombre de la tienda, «Clothing Box«. Será ropa hecha solamente para la tienda, que intentaremos comercializar a través de los clubes de venta de internet».

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Internet

En esta recién estrenada etapa, Charfal ha echado mano de las nuevas tecnologías para abaratar los costes. «Nuestra gestión de trabajo y negocio la hacemos por internet. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Ahora, por ejemplo, el centro de distribución está en una empresa de logística de Madrid, contamos con seis comerciales propios en toda España, tres distribuidores en Irlanda,Grecia y Bélgica y puntos de venta de clientes concretos en Dubai, París, Inglaterra, Portugal, Grecia y Bélgica. Es verdad que en la actualidad vendemos un sesenta por ciento de lo que vendíamos antes, pero tenemos que dar gracias de que seguimos aquí. En época de crisis hay que reinventarse, buscar nuevas fórmulas para seguir, aunque es cierto que es un periodo de criba. No podíamos estar tanta gente haciendo lo mismo porque no hay mercado. Las pasarelas sirven como imagen de marca, es una tarjeta de visita muy importante, sobre todo a nivel local para que las clientas hagan un seguimiento de lo que proponemos cada temporada. Por medio de la asociación de diseñadores se crean vínculos porque todos tenemos los mismo intereses, aunque nosotras llevánamos dos temporadas sin participar en la pasarela que organiza ADEMOS (Asociación de Diseñadores y Empresarios de Sevilla)».

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Extenda

Pero Charfal no olvida la ayuda que le prestó Extenda, la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, cuando echó a andar en la moda. «Fue en la época en la que estaba Pilar Sánchez-Arjona, que dio tanto impulso al sector. Hicimos un estudio económico, en el que el 80% de la marca era andaluz, tan sólo la producción se realizaba en la India y en Turquía, en ésta última las colecciones de invierno, sobre todo el punto. El diseño, el patronaje, la mayoría de puestos de trabajo y la distribución se hacían aquí y el valor de la prenda no sólo es la producción. Producir en España es imposible porque no puedes conseguir un precio competitivo tal y como están las cosas. Es una corriente que te lleva y no puedes ir contra la globalización. En este sentido hay muchos tabúes, porque hay gente que fabrica fuera y no lo dice».

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De todas formas, la situación también ha cambiado en estos países. Producir ya no es la ganga de hace unos años. «Hay fábricas que, afortunadamente, se van encauzando en la legalidad de la no explotación al trabajador, la mayoría porque no les interesa, ya que muchas empresas ponen esas condiciones laborales a la hora de negociar. Estos países están evolucionando y la India, por ejemplo, pertenece al estatus de los emergentes, con lo que eso significa económicamente. Ellos también tienen sus crisis y si nosotros no poducimos allí les generamos un grave problema financiero».

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3 comentarios

Von 17 septiembre 2012 - 15:02

I think you would be copeable to write an ebook about this stuff

Aga 22 julio 2010 - 12:40

Me alegra que haya gente que se supera y sale adelante. Enhorabuena.

MARTA VERA 22 julio 2010 - 11:23

Sin duda me pasaré por la tienda piloto… ya te contaré. Mil besos

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