
Toda una vida tejiendo su mundo. Perfecto a fuerza de domesticarlo. Tras los visillos están los otros. Lo ajeno, lo que marca la distancia entre lo cotidiano y lo extraordinario. A veces, hay que atisbarlo. Pero sólo para comprobar que entre sus cuatro impolutas paredes está completamente a salvo.
(Foto: Nori Peñas Dueñas https://www.facebook.com/nori.penasduenas)