No invento nada nuevo si escribo sobre la importancia del cine en la moda y viceversa. Ahora que tanto se habla de sinergias, en ocasiones con el único fin de pasar por alto la palabra remuneración y, evidentemente, su concepto, no se sabría a ciencia cierta cuál de las dos disciplinas ha aportado más a la otra. De actualidad está la rebeca, esa prenda que desde el séptimo arte introdujo en los armarios femeninos la actriz Joan Fontaine, en la película del mismo nombre y del que derivó esa chaquetita de punto para hacer más llevaderas las noches de primavera y otoño. Pero hubo otra grande del cine que impuso su personalidad tanto en la calle como en la pantalla grande, desde donde marcó estilo: Katherine Hepburn.
Ahora que todos andamos tan necesitados de evasión, de luminosidad y animosidad, afloran una serie de exposiciones imperdibles porque están hechas con tan buenos mimbres que son las que perduran en el tiempo. Una de ellas es la muestra «Katharine Hepburn: Dressed for Stage and Screen», («Katherine Hepburn: Vestida para el escenario y la pantalla»), que se celebra en la Biblioteca Pública de Nueva York hasta el próximo 12 de enero. Una ocasión única para aprovechar ese viaje a la ciudad de las extorres gemelas, que se ha convertido en casi un paseo para muchos españoles. La exposición está organizada por el Kent State University Museum de Nueva York.
Katherine Hepburn es una de esas mujeres que como Coco Chanel marcó un estilo muy peculiar en su época. Peculiar porque se saltó a la torera esas normas no escritas, pero que la mayoría de la gente observa para no ser orillada. Pero la actriz estaba dotada de una apabullante personalidad capaz de esquivar con elegancia los obstáculos de la mentalidad imperante y por ende poner de moda prendas hasta ese momento impensables en una mujer. Estoy hablando de esos pantalones que solía usar y que le sentaban como un guante dado su tipo y altura. Además, por sus venas corría sangre jacobina. Jacobina en el sentido de revolucionaria. Su madre fue una conocida sufragista, amante también de la ropa cómoda.
En la exposición se muestran, por ejemplo, siete pantalones de color caqui, el tono de la paleta cromática que solía utilizar la actriz para este tipo de indumentaria. Por cierto, caqui es una palabra que procede del persa y que significa polvoriento. A su lado, también se exhiben otras prendas del guardarropa personal de la actriz, que murió a los noventa y seis años, después de una vida plena, tanto profesional como personalmente, o al menos eso se le supone a una artista que marcó un estilo muy definido. Katherine Hepburn fue vestida por diseñadores muy señeros de la época, que supieron afianzar esa personalidad rebelde, pero distinguida, quizás por ser diferente al resto de actrices del momento.
Quizás ahí radicara su éxito, en haberse salido de la línea trazada. Para la posteridad y para poder ser contemplado, han quedado diseños de Valentina, Greer Howard, Cecil Beaton, Jane Greenwood, Walter Plunkett, Irene, King Muriel y Margaret Furse. Ahí están los vestidos y las prendas que lució en películas que ya forman parte de esa escogida cartelera íntima de cada espectador. «Historias de Filadelfia», «La costilla de Adán» «Largo viaje hacia la noche», «Adivina quién viene a cenar esta noche» y «El estanque dorado».
Más de cuarenta trajes y prendas de vestir de la colección personal de la actriz conforman la muestra, pero además, la exposición exhibe al público apuntes, dibujos y notas, obtenidos de la correspondencia, de los guiones y de los cuadernos de Katherine Hepburn. Asimismo, se recogen fotogramas de películas, afiches y carteles de su larga trayectoria tanto en el teatro como en el cine y la televisión. Una muestra en la que se puede constatar que la actriz norteamericana era una fanática de la comodidad a la hora de vestir, pero también de los buenos cortes y de los exclusivos tejidos, así como de las pieles, a las que no les hacía ascos.
9 comentarios
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Nadie lucía los pantalones como la Hepburn, que buen post!!! Así da gusto leer
Hola a todos . Me encanta este post y la manera en la que está escrito. Esta señora,q ue creía mayor, pero al menos por la foto no lo parece, tiene una manera de contar las cosas muy interesante. Me ha gustado también el de Coco Chanel, porque denuncia la censura a la que se la ha sometido por fumar. Y eso que yo no soy fumadora, pero no se debe manipular.
Coincido con Libélula. Katherine Hepburn ha sido una de mis actrices preferidas. La recuerdo, de niño, en aquellas noches de televisión de canal único y en blanco y negro, en que su personalidad, su desparpajo y su simpatía llenaban la pequeña pantalla, muchas veces en compañía de quien también fue compañero en la vida real, Spencer Tracy. Ambos solían interpretar papeles de profesionales liberales siempre en lucha contra los prejuicios y el conservadurismo. Aunque esos prejuicios, a veces afloraran también en ellos, como en «Adivina quien viene a cenar esta noche». En definitiva, constituyeron una pareja inolvidable del cine y me alegra que se les recuerde aquí.
Que mujer tan guapa! Bravo por las mujeres con personalidad, espero que no le quiten el cigarrillo..
Una de mis actrices favoritas y de toda la vida. Desde pequeña me fascinó, en una época de actrices de cuerpos rotundos, y caras de pin up, ella era todo lo contrario,y sin embargo no podías apartar la vista de ella. Cuando se hizo mayor, su estilo a la hora de vestir se orientalizó, y siguió gustándome.
Como actriz ha sido irrepetible, como le va a pasar a Meryl Streep, no tienen repuesto.
Si existiera el pozo de los deseos, ahora mismo escribiría en un papel el nombre de la exposición y me trasladaría allí, con Clara de guía, por pedir…
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