En 1941, el mejor tenista del momento se rompió el codo durante un partido de exhibición en el Madison Square Garden de Nueva York. La carrera deportiva de Frederick John Perry entraba en barrena. Se le cerraba una puerta, pero se le abría una ventana panorámica. El as de la raqueta, de quien este año se cumple el centenario de su nacimiento, aprovechó la ocasión para idear una línea de ropa de esport coronada por un laurel: Los famosos Fred Perry
“Siendo realista como soy, nunca me ha preocupado admitir que mi nombre es más conocido en el mundo no por ganar Wimbledon tres veces, sino por los polos y el sportwear Fred Perry”. Efectivamente, porque este inglés nacido el 18 de mayo de 1909 fue un hombre polivalente (polivaliente lo llaman algunos), que aprendió desde muy joven que el éxito radica en saber diversificar. O lo que popularmente se llama no poner todos los huevos en la misma cesta. A saber: Fred Perry fue un esbelto y fibroso deportista que dominó las canchas de tenis del mundo en la década de los treinta del siglo pasado; luego fue comentarista radiofónico y muchos recuerdan sus irónicos y cáusticos comentarios, no obstante, la mayoría de la gente lo relaciona con el logotipo de un laurel que aparece bordado en las prendas de una marca de moda. Pero Fred Perry fue ante todo un hombre tan seguro de sí mismo que jamás hubiera necesitado de esos manuales de autoayuda que proliferan en épocas de crisis, de cualquier crisis.
Revolucionario
Hijo de trabajadores de una fábrica de algodón de Stockport, cerca de Manchester, consiguió acceder al elitista deporte del tenis con su característico aplomo, que le abrió las puertas de los exclusivos clubes, donde jugaba lo más granado de la sociedad del momento. En este aspecto, Fred Perry también fue un revolucionario, ya que con su actitud contribuyó, al menos de manera simbólica, a la transformación de Gran Bretaña y conseguir que pasara de ser una sociedad dominada por una minoría a un país en el que sus ciudadanos se abrieran camino por sus propios méritos. Armado con una desvencijada raqueta y una inquebrantable confianza en su don, Fred Perry derribó las aparentemente indestructibles barreras del deporte británico, una demolición de la división de clases en el tenis, que tuvo repercusiones mucho más allá de las líneas blancas en cuyo interior jugaba.
En 1930 y ya con una estela de triunfador en las canchas, viaja por Estados Unidos con el equipo británico. Ese viaje marcaría su vida: Prosperó en el tenis y tuvo un flechazo con un país, donde existía el tenis al margen de cualquier consideración social. Allí también dio rienda suelta a su faceta para los negocios. Como buen experto en marketing, aunque aún no existiera el vocablo, se supo rodear de las estrellas de Hollywood que más rutilaban en esa época. Charlie Chaplin, Errol Flynn, Douglas Fairbanks, Marlene Dietrich, los hermanos Marx y Ben Lyon formaban parte de su círculo social. Un buen elenco de contactos para lo que se estaba cociendo en su cabeza.
Moda por los codos
El año 1941 conforma otro hito en la vida del tenista. Durante un partido de exhibición en el Madison Square Garden de Nueva York, Fred Perry se rompió el codo y con él se partía su carrera deportiva. No tardó en buscar una alternativa y su mejor saque en ese momento fue ayudar a fundar la empresa de ropa que lleva su nombre. Todo surgió de un encuentro casual en Wimbledon con Tibby Wegner, un austriaco experto en textiles que había emigrado a Gran Bretaña al estallar la guerra. Wegner estaba mostrando una muñequera a algunos tenistas estadounidenses, cuando Perry lo desafió a confeccionar una con un diseño que hacía tiempo que se le había ocurrido, pero que nadie había sido capaz de fabricar. Wegner salió airoso del trance y Fred Perry Sportwear nació para la historia de la moda en 1952.Wegner movía los hilos del diseño entre bambalinas y Perry, como buen relaciones públicas, promocionaba la marca. El bombazo vino con la creación de una nueva camisa deportiva de piqué, de manga corta y botones en la parte frontal. Tras aparecer en televisión, las existencias de las tiendas se agotaron en una hora.
A lo largo de las décadas, el polo Fred Perry ha conservado su popularidad, ha tenido sus altibajos, según soplaran los vientos de la moda, tan ciclotímicos ellos. Pero, con motivo del centenario se ha tirado la casa por la ventana. En los almacenes Harrods para nostálgicos y fetichistas se vende en exclusiva un polo conmemorativo del centenario en una edición limitada de cien prendas Además, el diseñador belga Raf Simons, director creativo de Jil Sander y fichado por la casa de ropa deportiva hace dos temporadas, ha realizado una interpretación moderna del traje Fred Perry clásico que lució el tenista por primera vez en 1947. Se trata de una chaqueta larga estilo blazer a rayas, una camisa blanca de cuello alzado, unos pantalones anchos de franela gris, una corbata militar a rayas y jersey y chaleco de punto y cuello de pico confeccionados en lana merino.
Mi Fred Perry verde manzana…reineta
Me voy a saltar a la torera esa regla de oro del maestro de periodistas Paul Johnson, paisano de Fred Perry, en la que dice que el buen profesional nunca debe escribir de sus cuestiones domésticas; es decir, ni de su familia ni de su sindicato, mucho menos, supongo yo, de vivencias relacionadas con unas determinadas prendas. En fin, yo tuve un polo y una falda Fred Perry verde manzana…reineta. Me los compró mi madre en Algeciras en una tienda que se llama o llamaba Fillol (¿me puede decir alguien si aún existe? claraguzmanes@telefonica.net) que era algo así como la Gonzalo Comella catalana en tierras andaluzas; es decir, un establecimiento de mucha solera. Era a principios de los años setenta y en la mojigatería inherente a mi adolescencia y a la época, desconocía que si además de los polos blancos estándar Fred Perry había otros de colores se debía a los mods. Con los años y con los viajes, que dicen ilustran, aprendí que el movimiento mod (del inglés modernism) fue un movimiento musical y cultural, basado fundamentalmente en la moda y en la música, que se desarrolló en Londres a finales de la década de los cincuenta y alcanzó su esplendor en la primera mitad de los sesenta. El movimiento surgió promovido por adolescentes de clase media, cuyos familiares estaban relacionados con la sastrería, y que se movían habitualmente por la ciudad a bordo de una Scooter. El “Fred”, como acabó conociéndose cariñosamente, se convirtió en un básico, que fue pasando de generación en generación y cuando la moda callejera británica de la década de los noventa se sublevó contra los grandes diseñadores y buscó una prenda con más sustancia y, ¿por qué no? con más historia, volvió sus ojos al polo Fred Perry. Tenía estilo, significado y como no había buscado participar de la cultura global, marcaba diferencia y sobre todo llevaba impreso el sello de la calidad. Ahora ese sello se lo pone el nuevo fichaje de la Casa, Raf Simons, que volverá a apostar por el negro para la colección de este otoño-invierno.
8 comentarios
Bonito articulo , sobre el clásico Fred Perry , me alegro que haya vuelto al mercado, después de años desaparecido de las tiendas multi marca y posicionado en almacenes de Mayoristasy grandes superficies como Carrefour . Creo que es debido además de al nuevo diseñador de la Firma a su equipo de ventas , que lo esta haciendo muy bien . De todas formas sigo siendo mas de Lacoste , seguramente por mi amistad con Armand , que en paz descanse . Lo dicho me alegro de la vuelta de una gran Firma .
Gran post. Información muy útil será mantener la atención de tu artículo. Muchas gracias y tener un buen día.
Hola Clara,felicidades por tu extraordinario articulo sobre Fred perry,que me ha permitido rememorar pasajes de mi vida profesional en esa firma.
Es curioso,como cada dia vemos aparecer nuevas marcas y al cabo de poco tiempo desaparecen,y sin embargo vemos como las grandes marcas siguen vivas a traves de los años y a pesar de las vicisitudes que cualquier empresa pueda tener.
Un abrazo
Hola Clara, como me has comentado que te han preguntado por la dirección de la tienda, ahí va: DOCE, calle Virgen de Regla nº21, Sevilla.
Sois todas y todos bienvenidos!!!
Besos.
hola Clara
Me ha gustado tu articulo sobre Fred Perry, sobre todo porque cuando llevas una pieza de ropa que te gusta, tambien es interesante saber en que momento nacio y debido a que circunstacias y te das cuenta que hay personas que se crecen ante la adversidad.
Es un buen ejemplo y seria interesante que muchos de los jovenes que lo compran conocieran su historia
Besos
Fantastico Apunte Clara! Ojala este ejemplo valga para los que se sientan en un sillon a quejarse de la vida con el mando de distancia en la mano. Este hombre transformó un gran obstáculo en un trampolin de alegría porque estaba muy vivo. Ojalá transformemos esta crisis de la que tanto nos quejamos en un oportunidad para tocar y vivir la vida desde una nueva perspectiva. Hay que atreverse a cambiar.
Desde luego que Fred Perry demostró ser todo un artista con su vida.
¡Que viva Fred y su victorioso laurel!
Fantastico Apunte Clara! Ojala este ejemplo valga para los que se sientan en un sillon a quejarse de la vida con el mando de distancia en la mano. Este hombre transformó un gran obstáculo en un trampolin de alegría porque estaba muy vivo. Ojalá transformemos esta crisis de la que tanto nos quejamos en un oportunidad para tocar y vivir la vida desde una nueva perspectiva. Hay que atreverse a cambiar.
Desde luego que Fred Perry demostró ser todo un artista con su vida.
¡Que viva Fred y su victorioso laurel!
Hola Clara!!! Que alegría me ha dado ver tu artículo sobre Fred Perry. Como siempre tengo de estar de acuerdo contigo. Verás, esta temporada que entra de invierno voy a tener la colección suya en la tienda. Cuando la vi fue un flechazo, ya sabes que todo lo que ofrezco es producto nacional, pero estoy dando cabida a colecciones que me sorprendan y ésta lo consiguió. Aquí el giro que le han dado a las prendas ha sido genial. Es su estilo pero totalmene actualizado, de verdad que vale la pena verlas. Un beso.
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