Hoy, merienda con Ofelia

 

 

Elena Garcés, o lo que es lo mismo Ofelia Tartas, es una repostera a la antigua usanza (fue pinche de su madre, afamada cocinera doméstica) pero con los actuales ingredientes de una rica formación. Esta algecireña se afincó en Sevilla, adonde llegó con una beca de la  Universidad Pablo de Olavide para el proyecto final de su carrera, Ciencias Ambientales, cursada en Granada. Estudió dos años de Diseño de Interiores y un curso de pastelería y repostería profesional, en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla. Con todos estos mimbres hace tartas, galletas y pastelitos para chuparse los dedos.

 

 

 

Un día, paseando por la calle Méndez Núñez, se fijó en el cartel de una tienda de ropa de señoras que cerraba. Allí decía Ofelia y le gustó para darle nombre a su recién abierto negocio de tartas, que empezó, como suele suceder, como una golosa afición. La culpa de que ahora le lluevan los encargos la tiene un compañero de trabajo de su hermano, que fue el primero que confió en ella. A partir de ahí, el boca a boca y ese altavoz tan poderoso que es Internet hicieron el resto.  «En octubre hará un año que abrí mi blog (www.ofeliatartas.blogspot.com ) donde recibo los encargos con un mínimo de dos días de antelación para un máximo de dieciséis personas.

 

 

Me suelen pedir meriendas y postres para cenas y además de las tartas, sandwiches salados o con mermeladas; galletas y  pastelitos. Como todo está fotografiado, los clientes pueden elegir con facilidad, aunque la tarta marmolizada de fresas y chocolate – exquisita, doy fe de ello- es la más demandada. Luego, la sacher, de chocolate y mermelada de frambuesas, pero yo aconsejo que para acertar lo mejor es llevar  alguna de chocolate». Dice Elena que si las meriendas son en casas particulares a veces presta su menaje: tarteras, tazas…. Una auténtica colección procedente de numerosos países y del ajuar materno. «Son artículos muy caros y yo los conservo como si fuera un tesoro».

 

 

«La cocina – apunta Elena- tiene mucha relación con la decoración; es una manera de mostrar parte del menaje, de disponerlo de una manera especial. Pero también es muy creativa; es un medio de expresión que tiene mucho que ver con el estado de ánimo. Y sensual, tienes que tener todos los sentidos muy abiertos para ser un gran chef y probar cosas nuevas es muy sensual. De todas formas, no creo que haya ingredientes afrodisiacos; te puedes entusiasmar con cualquier cosa si estás predispuesto». Para el lector curioso, en el buen sentido de la palabra curioso, diré que Elena compra toda su materia prima en los mercados de la Encarnación y de la calle Feria.

 

 

Elena Garcés, que como buena algecireña es especial (así motejan a los naturales de esta ciudad gaditana)  se conformaría con un pequeño obrador de venta al público en la sevillana calle de Alonso el Sabio. Mientras tanto sigue con sus pedidos por Internet, unos tres a la semana durante el otoño y ni da tiempo a contarlos en Navidad. «La crisis- dice Ofelia/Elena- es una renovación absoluta del sistema tal y como lo entendemos». Pero eso no quita para que nos la endulcemos con un poquito de azúcar y…distinción.