Soy una entusiasta de los vestidos camiseros. Cuanto más sencillos, mejor. De Tommy Hilfiger tengo, precisamente, uno de hace algunos años que, evidentemente, me sigo poniendo. Afortunadamente, ya somos muchos los que apostamos por la calidad y no por la cantidad; por la moda y no por las tendencias, tan fugaces que, a veces, carecen de consistencia, en el amplio sentido de la palabra. Hoy traigo a telademoda algunos diseños de vestidos de Tommy Hilfiger para este verano, que está al caer.
Si nos detenemos en ellos veremos que son versátiles, que, como ya anticipé, va a ser uno de los adjetivos que nos acompañe en estos tiempos del Covid-19. Son todoterrenos; es decir, que con una mijita de imaginación les podemos dar la vuelta y utilizarlos para el día, la noche, una fiesta o ir a trabajar, cuando vayamos. La palabra evento que no se nos caía de la boca desde mucho antes de que empezara el siglo XXI, va a quedar relegada. En primera posición estará teletrabajo, por ejemplo.
Los vestidos de Tommy Hilfiger (es.tommy.com) tienen detalles de encaje y de bordados, con los que nos facilitan esa «reconversión» de estilo «casual» de día a arreglado de noche, aunque algunos son manifiestamente noctámbulos. Los colores, además de los clásicos de Tommy, que son los que muchos van buscando, van de los tonos pastel a los más destacados. La colección es variada, pero desde ahora mismo se impone la creatividad individual para sacarle el máximo rendimiento a nuestro armario. Ya sea el fondo, ya el de primera línea de fuego.