Azul Añil, las joyas ecológicas de la andaluza Rocío Romero

Rocío Romero es la diseñadora y creadora de la marca de joyas ecológicas Azul Añil. Se define como joven emprendedora, de esas que tienen que saber un poquito de casi todo. Trabaja y vive en Gilena, un pequeño pueblo de Sevilla. Adora el arte, la naturaleza, los animales, perder/ganar el tiempo con sus amigos, la música de los ochenta, el olor a canela y el helado.

Licenciada en Historia del Arte y con estudios superiores de restauración de obras de arte, siempre le han llamado la atención las joyas y los complementos. «De pequeña tenía montones de cajitas llenas de collares rotos, pendientes desparejados, broches, piedrecitas, cristales, conchas marinas y todo tipo de pequeños objetos, maravillosos a mi parecer, con los que intentaba hacer composiciones que luego me ponía y enseñaba a todo el mundo feliz de la vida. Era mi pasión y lo sigue siendo».

El trabajo artesanal le evoca su infancia. «Mi abuela Antonia era modista y la recuerdo siempre trabajando con sus manos, rodeada de preciosos retales de tela y con el soniquete de aquella antigua máquina de coser. Me encantaba ver cómo trabajaba la tela, manteniendo como un diálogo secreto con ella; cómo la marcaba y la cortaba y cómo solamente con sus manos, su tiempo y talento, aquellos trozos de tela se convertían en maravillosas prendas de vestir. Era un proceso mágico y creo que en cierto sentido me marcó».

Para Rocío Romero, los complementos han tenido tanto histórica como culturalmente una gran importancia, ya que han acompañado al hombre desde siempre por ser un símbolo de poder, de distinción y belleza. «Actualmente creo que estos valores van más allá. El complemento es una parte indispensable de nuestra imagen personal. Tanto si lo llevas como si no, lanzas una imagen, das un mensaje. Creo que es una forma de mostrar el carácter único y personal de cada ser humano».

«En estos momentos estoy centrada en las joyas de mujer; es decir, hago pendientes, collares, anillos, pulseras…Me gusta experimentar con los diferentes diseños y materiales y dar rienda suelta a mi imaginación. El juego y las posibilidades para crear son casi infinitas. Hoy disponemos de cinco líneas diferentes o colecciones: Arte, Sur, Natura, Luna y Abril, cada una con su propio carácter. En un futuro no descarto lanzar alguna colección para chicos».

Rocío Romero es una mujer preocupada por el planeta. «Una de las cosas que más caracterizan mis joyas es que las trabajo a partir de materiales reciclados como papel, plástico, corcho… encuadrándome dentro de la corriente del «upcycling» (reutilización creativa) y dotando a mis diseños de este valor añadido que es el cuidado del medio ambiente y el optar por un consumo más sostenible y responsable».

«Empleo diferentes técnicas, todas artesanales, y mezclo estos materiales con otros más tradicionales en el mundo de la joyería y la alta bisutería como la plata, el oro, piedras naturales, cristales, etc. Me encantan las mezclas imposibles. Me gusta sorprenderme y sorprender. Además, siempre intento que los materiales procedan de proveedores cercanos y de confianza. Que sean materiales de primera calidad y libres de agentes nocivos para la salud» .

Según Rocío Romero, en el mundo en el que vivimos se le da muy poco valor a lo artesanal, porque se prima principalmente la rapidez. «Pero por eso mismo pienso que tenemos que poner en valor este tipo de trabajos que son parte de una forma de ver la vida. Un trabajo artesanal, habla de una visión diferente del tiempo y de la vida, habla de un mundo “slow” (lento) en el que permitirte parar».

«Trabajo varias colecciones con diseños, que al estar hechos de forma artesanal, son prácticamente únicos pero también hago piezas por encargo y totalmente personalizadas. Presto una atención personalizada a todos aquellos que buscan algo diferente y especial. Los escucho y asesoro y diseño la pieza o piezas que necesiten completamente hechas a medida».

Pero, ¿por qué el nombre de Azul Añil? La respuesta no puede ser más poética. «Azul Añil es el color donde se hunden mis raíces, siendo este tono parte de la tradición de mi tierra. Todos tenemos en la mente esa imagen de paredes encaladas y tonalidades añiles de cualquier pueblecito andaluz.
Mi taller está situado en el corazón de Andalucía, entre el Mediterráneo y el Atlántico. Aquí los azules han teñido desde épocas inmemoriales el arte y la artesanía de nuestros antepasados».

¿Y dónde podemos comprar estas piezas tan especiales? «Vendo de tres formas: Desde mi página web www.azulañil.es, en mercados o ferias de diseño y a diferentes puntos de venta físicos: Artesamart, en Ronda; Regalos Lapero, en Mijas, y en Alfajar, en Málaga capital; Complementos Techari, en Pedrera; VMD, en Gilena y en Encalada, en Sevilla capital. La casa de las flores, en Olite (Navarra); Munira, en Granada; La cañeta, en Córdoba; Inaures, en Sitges (Barcelona) y en A Sarees Story, en Haderslev (Dinamarca)».