«Los masajes faciales deberían ser como hacer deporte, una obligación, ya que ayudan a mantener la estructura del rostro. Pero es clave escoger a profesionales que conozcan las técnicas», asegura la especialista Inmaculada Canterla, (www.cosmeceuticalcenter.com/blog/) directora de Cosmeceutical Center, y miembro de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (Semal), así cono de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (Semcc). Pero eso no es todo, si le gusta que le hagan un masaje Kobido, ya sabe un lifting facial sin cirugía, un masaje ayurvédico o un shiatsu japonés, sepa que “si trabajáramos los músculos de la cara como hacemos con los del cuerpo, tendríamos los párpados, los pómulos y el óvalo mejor posicionados y aportaríamos firmeza a la figura y el perfil del rostro”.
Entre sus múltiples beneficios, la directora de Cosmeceutical Center, ubicado en pleno centro de Sevilla, destaca los siguientes: Aumenta la circulación de la sangre, elimina los productos de desecho acumulados en el torrente sanguíneo, reduce el ritmo cardiaco y disminuye la presión sanguínea. Al mejorar la circulación de la sangre, los nutrientes y el oxígeno llegan con más rapidez a las zonas necesitadas. Además, reduce la inflamación y mejora la cicatrización de las heridas; alivia el estrés emocional y el contacto de la mano del especialista proporciona confort. Asimismo, también regula y alivia la tensión proporcionando una sensación de calma y tranquilidad. Descontractura y relaja los músculos y refuerza los músculos y la piel de la cara mejorando la firmeza, la piel cansada, fatigada y desvitalizada.
“Un masaje debería relajar, recargar la energía vital, reactivar los músculos y si está bien hecho, los beneficios son duraderos después de la sesión”. Dice la directora de Cosmeceutical Center, y añade que «escoger a profesionales será la base para poder notar los efectos de los masajes faciales”. Para Inmaculada Canterla, “un buen masaje es aquel que está realizado por manos expertas que saben tocar en los puntos clave y en la dirección correcta, y a los que les dedican más de una hora de trabajo”. Ahora sólo hay que elegir el que más nos apetezca y sobre todo seguir los consejos de Inmaculada Canterla y ponernos en buenas y profesionales manos.