Lo anuncian como regalo para el Día de la Madre, pero ya saben que cualquier ocasión puede ser idónea para obsequiar alguno de estos modelos de la firma relojera Baume & Mercier. Claro que si anda corto de ideas sugerentes esta puede ser la adecuada para decir: ¡eureka! y lanzarse a la calle a comprarlo y quedar como un hijo dadivoso. Además, no sabe lo agradecida que va a quedar esa madre cuando reciba un regalo único y exclusivo para lucirlo en su muñeca. Ya saben esa odiosa costumbre de que a la madre le corresponde una batidora, un exprimidor sofisticado, pero exprimidor, o una plancha ¡Qué plancha!
Los regalos por su día suelen ser para que siga laborando. ¿A que les suena familiar, queridas progenitoras? O sea, un no regalo y además en el día que designa el marketing que es su día. Una necesidad para la casa y la familia y no para rendirle homenaje porque se lo merece, se lo merece, por muy madrastrona que sea. Sus razones tendrá para serlo. ¿O no? A mí, desde luego, si me vienen con el modelo de correa de acero o los de piel de cocodrilo, tengan por seguro que no les voy a hacer ascos. Voy a ser una madre en hora…punta. Y en hora Baume&Mercier ¡Para qué quiero más!