Unos dirán que pasan de puntillas por ella; otros que cogen el portante, los menos que les inunda de recuerdos, de nostalgia y muchos que la Navidad es la fiesta por antonomasia. Que es el momento de pararse y de dedicarle tiempo a los otros y algún que otro minuto más a uno mismo. ¿Que es una fiesta materialista? Si es por eso, ¿cuál no lo es? Pero que se espera con expectación, entusiasmo y emoción.
Las firmas lo saben y dicen aquí estoy yo para facilitarle la infraestructura a todo aquel que diga es el momento de tirar la casa por la ventana o la ventana por la casa. Una de ellas es Jimmy Choo, la firma británica de zapatos y complementos que ha puesto su granito de arena para que la Navidad sea esa playa placentera que muchos esperan. Llena de todos esos detalles que se han elegido con mimo y detenimiento.
Así que Jimmy Choo ha hecho una selección para esos días. Una colección que recorre muchos estilos, donde el terciopelo es uno de los tejidos estrella, en color granate, muy elegante, así como en los atrevidos mostaza y azul cielo. Pero también están los zapatos llenos de brillos, tan de última, donde los contrastes y las superposiciones con otros materiales como la piel y el vinilo se complementan en un solo zapato.
Este intenso recorrido hace también parada y fonda en los bolsos de mano o «clutch» para emparejarlos. Sandalias y «clutch» para una noche especial que en Navidad hay unas cuantas oficiales y las otras, las extras, que suelen ser cañones de infantería. Así que ya están avisados los que nunca saben qué regalar, que hay un buen arsenal y los «regalantes», atentos para no perder ripio. Luego no vengan con que no me fijé…
En la colección navideña de Jimmy Choo hay salones, botines, sandalias y bailarinas muy sofisticadas en terciopelo o la línea «Velvet», en colores tierra, con pequeños apliques dorados que le dan un aire elegante y distinguido. Pero también el «glitter» o brillo, para entendernos, y los cristales están muy presentes en esta selección. El zapato queda completamente bañado por estos dos materiales, que desprenden luz y brillo.
Una luz y un brillo que contrasta con el tacón metalizado en un solo color a juego con el zapato. O sea, un lujo a sus pies. Un lujo que se alía con el «clutch». Si las sandalias están realizadas en un delicado terciopelo, el bolso de fiesta será con adornos de broches joya. Los cristales y perlas, así como los colores metalizados y la piel forman un conjunto de contrastes muy apropiado para regalar en Navidad.