Si está a buen recaudo; o sea, a cubierto de este calor abrasador, es el momento idóneo para leerse «Cine, deporte y género. De la comunicación social a la coeducación», editado por Octaedro. Yo ya lo he hecho y ha sido un placer, entre otras muchas razones, porque es un estudio sensato, realizado por profesionales de casa: las profesoras de la Universidad de Sevilla Aránzazu Román San Miguel y Trinidad Núñez Domínguez. Y es un estudio de investigación sensato, porque parte de verdades empíricas y huye de esos extremismos que muchas veces han dado al traste con ensayos aparentemente cabales. La filosofía de la obra se puede resumir en esa frase de Churchill recogida en el libro, con la que se pretende huir de los estereotipos. Cuando le preguntaron al primer ministro británico qué pensaba de los alemanes, el político contestó: «No sé, no los conozco a todos». Personalmente, a Aránzazu Román y a Trinidad Núñez las conocía porque me invitaron a participar en un Seminario, donde constaté su gran profesionalidad y su minuciosidad en el análisis.
¿Hay prejuicios sexistas en el deporte? ¿Discriminan los medios de comunicación a las deportistas? ¿Cómo nos cuenta el cine el deporte femenino? Seguro que al leer algunas de estas interrogantes se han acordado, por ejemplo, de nuestra tenista Garbiñe Muguruza, flamante campeona de Roland Garros, primer Grand Slam de su carrera, tras vencer el pasado mes de junio en la final nada más y nada menos que a Serena Williams, número uno del mundo, situándose segunda en el ranking mundial de la WTA. Los medios de comunicación no fueron tan «espléndidos» con ella como suelen serlo con Rafa Nadal, deportista al que, por cierto, admiro bastante. ¿O qué me dicen de la onubense Carolina Marín, jugadora de bádminton que compite en la categoría individual femenina y que se ha proclamado dos veces campeona mundial, en los años 2014 y 2015, y dos veces campeona de Europa, en 2014 y 2016? Y de otras tantas deportistas y equipos femeninos que triunfan sin pena ni gloria porque los medios de comunicación no consideran oportuno darles difusión a sus hazañas. El fútbol, pero sólo el masculino, es el que continúa acaparando la atención de empresas periodísticas y por ende de los ciudadanos.
Creo que es un error pensar que esta obra está exclusivamente dirigida a las mujeres. Reflexionar sobre asuntos que nos competen a todos es de interés general. «Cine, deporte y género» es también un libro de consulta, donde beber para realizar un detallado informe o una tesis doctoral. La obra está dividida en tres bloques: Los prejuicios sexistas, el deporte y el cine; medios de comunicación, deporte y género, y cine, deporte y género, con capítulos escritos por una serie de cualificados profesionales. La presentación del libro se celebró en la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, con motivo de la clausura del III Máster de Periodismo Deportivo. El presidente del Sevilla F.C., José Castro, actuó de maestro de ceremonias, en un acto que también contó con otro maestro, en este caso de periodistas, donde me incluyo, Juan Luis Manfredi, director del Máster de Periodismo Deportivo y autor de uno de los dos epílogos de la obra, que no deben pasar por alto.