Babiné, con los deberes hechos

Rosario de la Encarnación empezó su andadura en la moda hace veintidós años, convencida de que desde su pueblo, Lantejuela, se podía marcar tendencia. Con Roinsal, su firma de ropa premamá, lo consiguió y ahora con Babiné , su línea infantil, lleva seis colecciones saliendo al mercado con los deberes hechos

Lleva veintidós años al pie del cañón, pero parece que nació sabiendo enjaretar una profesión que la mantiene viva y en constante ajetreo para dar con la tecla de lo mejor para su negocio. Rosario de la Encarnación se dedicó a la ropa premamá, un sector que necesitaba reciclarse y adaptarse a los nuevos tiempos, en los que la mujer trabaja y lleva un ritmo de vida tan dinámico que su ropa de embarazada no podía seguir siendo tan ñoña e incluso cursi como parecía ser norma durante ese período de tiempo. Con su firma Roinsal, en la que se incluía desde el esport a una línea de fiesta, Rosario de la Encarnación le dio un vuelco a este tipo de prendas, que fueron muy bien acogidas por las mujeres, al poder seguir vistiendo con la misma comodidad sin tener que abdicar de su estilo. Pero Roinsal también se paseó por las ferias del sector cosechando éxitos e incluso desfilando en la  prestigiosa Pasarela de la Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil de Valencia.

Ahora que corren otros tiempos y que los bolsillos no están para muchas alegrías, Rosario de la Encarnación ha decidido hacer sólo ropa básica de premamá y aplicarse en su recién estrenada marca infantil, Babiné, que con la temporada otoño-invierno 2010 son ya seis las colecciones para niños y niñas desde recién nacidos a doce años. «La decisión de dedicarme casi en exclusiva y por ahora a este sector se debe al éxito que hemos tenido en el mercado. España la tenemos cubierta y en estos días vendrán desde Inglaterra a recoger un muestrario. Estamos muy contentos con esta iniciativa, que nos ha puesto las pilas de nuevo. Es cierto que hay crisis, pero, al menos en nuestro país y sobre todo en Andalucía, las madres evitan comprarse ellas pero no escatiman con sus hijos. Quieren lo mejor para ellos, los mejores tejidos, los más sanos y que las prendas estén bien terminadas y que vayan forradas. Nosotros utilizamos el algodón ecológico, muy demandado en la actualidad, y el punto, un género que también es muy solicitado por las madres».

Sálvese quien pueda

Dice Rosario de la Encarnación que toda la producción de ropa la hacen en Andalucía, tanto en Lantejuela, como en otras localidades cercanas. «En Casariche me cosen en un taller que antes trqabajaba para Induyco, hasta que éste decidió producir en Marruecos. De sesenta que eran se quedaron en veinte. También me cosen en talleres particulares de Sevilla, Paradas o Arahal. En Marchena hay talleres que me trabajan desde hace veinte años y son como de la familia. Allí tengo la tranquilidad de que todo me lo hacen bien y que no tengo que ir repasando las prendas una por una. Marruecos no trae cuenta, yo estudié esta propuesta, pero los dineros que te gastas en los portes los empleas aquí, con el agravante de que luego corres el riesgo de que la producción no venga bien y, entonces, ¿a quién reclamas?»

De usar y tirar

Para esta mujer luchadora que optó por establecerse en su pueblo y desde allí dictar sus tendencias, la clave de que la moda infantil sea el asidero de muchos diseñadores está en el sálvese quien pueda. «Cuando no funcionan las colecciones que lanzas al mercado, te metes a hacer ropa de niños. En ese sálvese quien pueda se salvará se salvará el que mejor producto lleve y tenga, además, una buena relación calidad/precio. Nosotros hemos intendo diferenciarnos de lo que presentan los demás. Nuestras colecciones son amplias, con prendas clásicas, pero renovadas, adaptadas a nuestro tiempo, con gran variedad de colores y con buenos tejidos».

Porque para Rosario de la Encarnación, en la moda, en general, no hay personalidad. «Ahora mismo se lleva de todo, cada uno va a su aire, no hay una moda marcada, que nos distinga, como ocurría en los años veinte, en los cincuenta o en los sesenta. En estos momentos no destaca nada. Ahora tenemos una moda de usar y tirar, productos que vienen de fuera y se venden a bajo precio. Sí, las tiendas de chinos, que no sé cómo lo permite el Gobierno, dándoles facilidades, porque cuando llevan dos o tres años cambian de nombre al negocio y así eluden pagar impuestos. A ellos todo se lo ponen muy fácil, mientras que los españoles tenemos que sortear muchos obstáculos».

Cada uno cuenta la Feria…

La moda infantil progresa adecuadamente, como vimos en la última edición de la Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil de Valencia, FIMI. Los niños son los reyes del mambo y del mando y, por ahora, salvo más tijeretazos a traición, seguirán equipándolos sus padres con lo mejor del mercado, aunque reduzcan el número de prendas adquiridas con respecto a las de otros años. Las colecciones presentadas tenían calidad, pero carecían de la audacia de otros tiempos, cuando los bolsillos estaban pletóricos y se podían cometer «locuras» al vestir a los pequeños. Ahora se va sobre seguro, porque las prendas, si es posible, tienen que ser amortizadas. De no servirle al niño la temporada siguiente, ya encontrarán en la familia o en los amigos algún destinatario que las «herede». O sea, un procedimiento que había casi desaparecido de la vida cotidiana española. Como las modas, también las costumbres, aunque sean por necesidad, también vuelven.

«Las ferias sirven  – dice convencida Rosario de la Encarnación-, pero tienes que llevar buenas colecciones, de lo contrario mejor quedarse en casa. Tu producto tiene que ser competitivo. La Feria de Valencia ha dado un bajón, no es la de antes, aunque sigue contando con muchos visitantes, pero las ventas difieren bastante en relación con las de otras ediciones. Es un reflejo de la crisis que estamos atravesando y que, al ser mundial, no la puedes compensar con los compradores de fuera. A todo ello se suma que Extenda, la Agencia de Promoción Exterior de la Junta de Andalucía, ha dejado de facilitar ayudas par participar en este foro de la moda infantil».