Los zapatos son un arte, un arte que deja huella. Suelen significar, si están viejos, heridas del alma para un poeta; si se estrenan, regocijo para los sentidos y si se pintan en un lienzo, la representación pictórica de su evolución. Las sandalias, en pintura, siempre se han asociado al campesino, a la gleba, a quien trabaja a destajo y sólo le está permitido liberar sus dedos.
Pero los tiempos cambian y ahora las sandalias se relacionan con el ocio y la comodidad, que no son incompatibles con la calidad ni el diseño del calzado. De aquellas sandalias franciscanas que solían usar los progres sin vocación esteta, se ha pasado a las Stonefly, una marca que garantiza ir con los pies al aire, pero sin que la armonía del conjunto se la lleve un huracán.
Se habla tanto de zapatos como de zapateros prodigiosos. Nombres que pasarán a la historia de la moda como Ferragamo, el italiano que hacía filigranas para los pies femeninos o Roger Vivier, que inventó el tacón de aguja, y transformó, como solía decir, un objeto útil en «escultura». En la actualidad, el duelo está entre Christian Louboutin, quien ha pasado en cuatro años de ser un perfecto desconocido a que sus diseños pisen fuerte en Hollywood, y Manolo Blahnik, nacido en Santa Cruz de la Palma (Canarias) pero tan universal como sus «manolos», cuyo precio oscilan entre 1.200 y 6.000 euros y hay una lista de espera de dos años para conseguirlos.
Almohadilla de gel
Pero, ante esta estela de sofisticación, cabe preguntarse, ¿nos calzamos para caminar o para exhibir una pieza de última moda, a veces incómoda y que nos deja molidos? ¿Se puede compaginar comodidad con belleza? El consumidor tiene la palabra a lo que ofrece cada marca.
Stonefly acaba de lanzar lo última en sandalias femeninas y las muestra como regalo para el Día de la Madre. Poseedoras del sistema blusoft, una almohadilla de gel insertada en el talón o a lo largo de toda la planta, reduce el impacto del pie sobre el suelo y hace la caminata más agradable y fluida, además de aumentar la estabilidad de apoyo.
Sus propuestas van desde la plana de cuero con una banda de napa de diferentes colores atada al tobillo a unas sandalias de piel y ante en varios colores, con tacón y plataformas de corcho brillante. Son sandalias para caminar (cómoda), pero para caminar. ¿Quién se apunta?
15 comentarios
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Though I don’t agree with you in details, your post is insightful
I am very interested about it, will you share more detail? Like source of this story?
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Clarissssss!!!! Me encantan tus post!! Y si son de zapatos mas!!!! Q ganas de sandalias!!!! Un besito guapa. P.d: Eres mi bloggera favorita!!!
Muy chulas las sandalias y supercómodas. Las he probado y sé lo que digo. Y no tengo nada que ver con la firma.
No me hacen gracia las sandalias, pero desde que conocí esta marca me he apuntado a ellas. Este año me quiero comprar las naranjas, son alegres y si encima son cómodas…
Me gustan estos zapatos, me siento muy cómoda con ellos, pero también me gusta este blog, aunque últimamente lo sigo menos por cuestiones laborales. ¿Se podría tratar aquí el tema de las tallas grandes? Gracias.
Le regalé a mi chica unos zapatos de esta marca y no se los quita. Me gustan, pero a veces no hay mucho donde elegir. A ver si ahora les compro uno a mi madre. Se lo merece.
Me encanta esta marca de zapatos. Tengo dos pares y son estupendos. Los recomiendo, sobre todo para las andariegas como yo.
Yo tengo unos converse con suela de gel y la recomiendo, estupendo para las piernas cansadas. Bonitos y cómodos estos zapatos…A ver si este año me caen unos louboutin, preciosos e incomodísimos, … antes muerta que sencillaaaaa. Besitos Clara
¿Con tacones se puede caminar?
Me gustan estas sandalias para caminar, pero más como escribe esta bloguera.
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