Cherubina: «Somos la Zara de los sombreros»

Fotos: Fernando Mañas

Ana García dejó la toga por la moda. Empezó haciendo los bolsos con fotografías del álbum familiar incorporadas para luego ponerse el mundo por montera y dedicarse a vestir las cabezas ajenas. La suya estaba tan bien amueblada que han pasado siete años de aquella aventura y ahora es capaz de afirmar que su marca, Cherubina, es «la Zara de los sombreros».

Han pasado siete años y Ana García se ha consolidado en el sector. No sólo se ha instalado en un local tan grande como enorme es su lista de clientas, sino que ha iniciado su expansión internacional. A su lado, como siempre, su hermana Lucía, ese todoterreno que cada  artista necesita, y que luego le permite hablar en plural. «Hemos llegado a un acuerdo de colaboración con ISESA (Industrias Sombrereras Españolas), una fábrica que dirige con gran acierto Miguel García, conocida en la actualidad por fabricar el sombrero de Indiana Jones, aunque tiene una larga trayectoria cimentada en el rigor y la profesionalidad. En vez de irnos a China, nos hemos ido a Salteras apostando por la calidad local y la internacionalización en tiempos de crisis. Vamos a fabricar una colección al año con ISESA, ellos se encargan de la distribución y de cumplir con los pedidos. En esta colección se incluyen sombreros, pamelas, tocados, diademas, chisteras, que están de última, e incluso una línea de novias».

Dice Ana García que la colección no va a perder su sello artesanal, «al contrario, esta fábrica que precisamente este año cumple su CXXV aniversario, realiza su producción de forma manual, lo que ocurre es que dispone de hormas más potentes, máquinas más adecuadas a cada proceso de elaboración y cuenta con un número mayor de operarios. Además, ISESA ha creado un Departamento de Expansión, a cargo de Carmen Mora, con el objetivo de que su volumen de negocio aumente. Miguel García, el director de esta fábrica que está en Salteras, se puso en contacto conmigo cuando vio el éxito que teníamos en Sevilla y llegamos a un acuerdo. En estos momentos somos la línea de sombreros de señora de ISESA, con quien firmamos un contrato de licencia de marca. Son, evidentemente, diseños más comerciales, de los que ya tenemos hechos los pedidos, y que nos va a permitir abrirnos a otros mercados. Un logro que también estamos consiguiendo en los pueblos, donde muchas tiendas han decidido comprarnos las colecciones para que sus clientas no tengan que desplazarse a Sevilla».

Intrusismo

Ana García está convencida de que su firma Cherubina ha puesto de moda los sombreros en Sevilla. «Lo dice todo el mundo y tengo que reconocer que gracias a mi tienda hemos hecho accesible la sombrerería a medida. Sí, somos un poco la Zara de los sombreros. La gente acude con la libertad de saber que no le vamos a cobrar un plus por hacerle un diseño a medida. Y si los sombreros se llevan es porque sientan bien, claro que deben ser el tocado y el sombrero adecuados para cada mujer. Cuanto más caché tiene una boda, más cantidad de sombreros y de tocados se ven; es la señal de la importancia del enlace».

No obstante, se queja amargamente del creciente intrusismo que hay en la profesión. «Cualquiera que ponga una flor y haga una diadema ya dice que ha hecho un tocado y un sombrero a medida, cuando muy poca gente los sabe hacer. Yo me he formado tanto en Londres como en España para poder ejercer. Han sido años de investigación y de tratar con la clienta para conocerla más de cerca y saber con qué pieza se iba a sentir mejor y más segura. La edad mínima  para decorarse la cabeza son 16 años, y  suelen ponerse banditas o adornos con mariposas y la máxima son las señoras mayores de más de ochenta, por regla general las abuelas de las novias. Hay que conocer el tipo de gente que demanda tus servicios, sus gustos y preferencias por eso yo me siento tintorera (tiño todos los diseños), plumista, sombrerera y ante todo empresaria, porque por amor al arte nadie trabaja, y en mi haber tengo el premio «Empresaria del Año», concedido por la Cámara de Comercio de Sevilla en el año 2008″.

La fuerza de Internet

Que Ana García haga sombreros a medida para su firma Cherubina no significa que esté alejada de las nuevas tecnologías que rigen hoy el mundo. Además de contar con una página web www.cherubina.com, donde orienta sobre los modelos más idóneos para fiestas y bodas, sobre todo a clientas del norte de España, de Madrid y Barcelona, es frecuente ver sus colecciones en los blogs más señeros del panorama internauta. Cuenta además con 1.300 fans en Facebook, una de las redes sociales más visitadas. Para llegar a este estatus dice haber sido siempre muy exigente, preferentemente con la materia prima que utiliza. «Nos la traemos del extranjero, sobre todo las flores, que suelen ser de Estados Unidos y de Alemania, donde hay mucha afición por la artesanía y además se valora lo hecho a mano. Utilizamos rafias, sisales y fieltros de tela. Para la línea de novia, empleamos además encajes de bolillos y tejidos muy escogidos. Acabamos de hacer una colección para las niñas Pol Núñez, que abren tienda en Madrid y además realizaremos los diseños del próximo desfile de Fernando Claro y los de Manolo Giraldo». Lo que viene a confirmar que Cherubina, el negocio de Ana García, está tocado por el éxito.