Fotos: Armando Bernabéu
Patricia Bazarot estudió Aparejadores y compaginó su trabajo como directora de obras con sus clases en la facultad. Cuando llegó la crisis de la construcción se metió de cabeza a estudiar diseño de moda en Ceade, una profesión que no le era ajena. No ha tenido que esperar a ver la serie «El tiempo entre costuras» para familiarizarse con una máquina de coser. Era un mueble muy activo en su casa. Mari Carmen, su madre, hacía trajes de flamenca y allí estaba Patricia para ayudarla a cortar volantes y cuerpos. Por eso, la experiencia asoma en su colección «Sentío» para esta próxima Feria, que presentó en el Salón Internacional de Moda Flamenca de Sevilla (Simof).
«La moda es un reflejo de la sociedad de cada momento, de los estados de ánimo. La gente se ha cansado de la crisis y quiere, queremos, ver color. Este ha sido mi primer año como profesional en la pasarela de Simof, porque en la anterior edición estuve en el certamen de noveles con mi colección «Entre jazminez y azahares». La de esta Feria se llama «Sentío» y es muy femenina, con toques «vintage». Los colores son los básicos, el blanco, con lunares rojos, azules, grises o marrones. Mi apuesta es por los trajes lisos y los lunares, en lino, que es un tejido que suele apagar los colores.
De talle medio, la importancia de mis vestidos radica en las mangas y en los escotes, como el tipo barco para resaltar la clavícula y los hombros, zonas muy femeninas y sensuales. Creo que en las mangas hay que innovar un poco. Las mías son abullonadas con y sin puño, llevo un total de seis modelos, además de la manga sisa y la corta. Mis trajes van con enaguas, que es un complemento del traje que le imprime movimiento. Claro que un buen patronaje y una buena costura se notan; lo mismo que se nota cuando está cosido a la carrera; cuando no está trabajado».
Patricia Bazarot dice que es bueno que el traje de flamenca evolucione, pero mirando siempre el punto de partida. «Hay diferentes estilos, como el arriesgado de Cristina García, que me encanta, aunque yo lleve una línea más pausada o el de Juana Martín, con una línea muy sofisticada pero muy andaluza. Cada uno es libre de hacer lo que quiera, aunque innovar cada año es muy complicado. La moda flamenca es esencia, aunque hay diseñadores que por un titular en la prensa no saben qué subir a la pasarela, sin saber que cuando vemos un traje bonito todos sabemos que es bonito».
Esta joven diseñadora sevillana asegura que su colección es un reflejo de su particular feria. «Mi feria es quedar con los amigos, tomarme rebujitos con mi gente y empezarla el viernes antes con el montaje de la caseta, somos una familia muy ferianta. A la feria hay que ir guapa pero cómoda. Me pondré un modelo que lució Mónica Rosón en la pasarela de Simof, de lunares blancos y rojos y tacones, porque los prefiero a las alpargatas y el traje luce mucho mejor».
Pero antes de que llegue ese momento, Patricia Bazarot presentará a finales de este mes en Nueva York y Miami una colección prê-à-porter, en una expedición organizada por Extenda, la agencia andaluza de promoción exterior dependiente de la Junta de Andalucía. «Son modelos con un toque flamenco realizados en guipur y crepe, blanco, negro y rojo de fiesta y cóctel. Luego, en Semana Santa, nos vamos a Tokio a presentar la colección de flamenca». Una colección que se vende en la sede central de la firma, en la calle Habana nº2, en la Casa de la Moneda, en la tienda online www.patriciabazarot.com y en La Libélula, en la calle Cuna de Sevilla.