Reportaje gráfico: Xabier López, www.xabierlopez.com
Rosario de la Encarnación acaba de llegar de la Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil de Madrid llena de energía y entusiasmada porque su firma Babiné (www.babinebebe.es) sigue subiendo todos esos peldaños del éxito, que son los que la ayudan a seguir en la brecha, luchando contra viento y marea con una crisis económica, de la que asegura se está empezando a salir. Veterana en estas lides y desde su pueblo de origen, Lantejuela, en Sevilla, ha hecho posible que a estas alturas Babiné siga siendo una firma de moda infantil cien por cien española.
En FIMI ha presentado sus dos enseñas, Babiné y Roinsal, su línea de ropa premamá, que vuelve al mercado tras un tiempo de descanso y de la que hablaremos en una próxima entrega. Rosario de la Encarnación dice que ha sido un acierto que la feria de moda infantil española por antonomasia se haya trasladado de Valencia a Madrid. «Las comunicaciones con la capital de España son mejores y eso favorece la presencia de compradores y público en general, y evidentemente redunda en el negocio. A nosotros nos ha ido muy bien; hemos hecho muchos contactos y nos ha visitado más gente».
Pero Rosario forma parte de esa legión de pequeños y medianos empresarios que apostó por internacionalizar sus firmas ante el páramo del mercado interior. Fruto de ese esfuerzo es su «familiaridad» con las ferias de Bubble e Intermoda, de Londres y México, respectivamente. «En México gusta mucho la moda española, además de valorar la artesanía, un sector que en España pasa casi inadvertido, quizás por desconocimiento, y que en el extranjero tiene su sitio de honor. No obstante, estamos notando la mejoría del mercado interior, un síntoma de que vamos saliendo de la crisis financiera, aunque lentamente».
Pero donde nunca hay crisis es en la creatividad, esas ideas que se ponen en marcha continuamente para que cada temporada vean la luz colecciones que vuelvan a encandilar al mercado. «Las ideas surgen cuando ves el tejido», dice Rosario. «En mi caso me vienen de inmediato y me pongo a trabajar. Claro que a veces rememoro cosas de mi niñez, de cómo se vestía entonces, de determinados adornos o hechuras y las aplico. Me suele pasar en cada colección, como en la de esta primavera-verano».
Y para cuando llegue el buen tiempo, los niños Babiné irán llenos de color, con la alegría propia del verano, pero también en tonos beis y tierra, salpicados de diminutos lunares, una tendencia que ha tenido muy buena acogida. El estilo marinero está muy marcado en los varones, con pantalones de rayas azul marino y camisas blancas de doble botonadura, sin olvidarnos de las estilosas camisetas a juego con las distintas líneas, acompañados de unos divertidos bolsos para las niñas, en un sport arreglado, como le gusta calificarlo a Rosario.
Los tejidos siempre han sido la gran preocupación de esta diseñadora sevillana. En cada colección se esfuerza por superar a la anterior. «Cada vez se avanza más en este campo y yo no escatimo porque está en juego la piel de los más pequeños, que es nuestro consumidor». Algodones, linos, piqués para vestir desde el bebé hasta los doce años, incluida una colección de baño, tanto de niña como de niño. Y todo hecho en casa, en los talleres de Marchena, Paradas, Arahal y Sevilla. O sea, moda infantil cien por cien española.