Lo he leído en el portal Modaes.es, bien informado y por tanto riguroso. El negocio del lujo capea el temporal económico en España. Son buenas noticias en unos momentos de angustiosas espadas de Damocles sobre cabezas tanto de empresarios como de trabajadores. Es cierto y la historia en general y la de la economía en particular nos dicen que la crisis dispara el lujo. Los extremos se agudizan y el poder adquisitivo del que posee en abundancia se redobla. Es el momento de distinguirse de la masa gris; gris en todos los aspectos. El lujo es, por tanto, un complejo asunto sociológico pero que mueve a la economía.
Elyette Roux, profesora universitaria experta en marketing, dejó escrito: “La lectura de cualquier diccionario etimológico que se precie nos revela que lujo deriva del latín lupus, procedente del vocabulario agrícola, que en un principio significó “el hecho de crecer de través” y más tarde “crecer en exceso”, para luego convertirse en “exceso en general” y finalmente pasar a significar “lujo” a partir del siglo XVII. Esta definición nos parece mucho más interesante, pues inscribe en el vocablo que el lujo implica situarse, por definición, fuera de los caminos trillados de la “tendencia”, para seguir el propio camino, imponiendo las propias reglas».
En el caso del mercado español, las reglas son éstas: La confección y complementos de lujo han mostrado una tendencia de “moderado crecimiento” en los dos últimos años, motivada por la consolidación de nuevas enseñas y el dinamismo en la entrada de turistas extranjeros, informa modaes.es. «La facturación derivada de la venta de artículos de confección y complementos de lujo experimentó crecimientos del 1,3% en 2011 y del 0,9% en 2012, hasta situarse en 775 millones de euros al cierre de este último año, según datos de DBK».
«Los artículos de confección representan la mayor parte del mercado y coparon en 2012 el 70% del total, cifrándose en 545 millones de euros. El 30% restante se reparte entre los artículos de marroquinería, con el 20%, y los complementos de confección, que suponen el 10%. La estructura empresarial se caracteriza por un alto grado de concentración, de manera que las cinco primeras empresas reunieron en 2012 el 40% del valor total de mercado, mientras que las diez primeras concentraron el 60%». Según modaes.es, está previsto que el valor del mercado experimentará crecimientos anuales de entre el 0% y el 1% en los próximos dos ejercicios.
“Así, el incremento previsto de la demanda procedente de los turistas extranjeros y la expansión de la red de tiendas de algunas de las principales enseñas permitirán compensar la debilidad de la demanda de los clientes nacionales”, señalan desde DBK. En 2012 operaban en España unas 55 empresas en el sector de la confección y los complementos de lujo, con un total de 215 tiendas». “A pesar de que el número de empresas y marcas presentes en el negocio- continúa moda.es.es- ha aumentado en los últimos años, el número total de tiendas ha registrado un moderado descenso motivado por los procesos de reestructuración de la red comercial efectuados por algunas de las compañías líderes”, asegura DBK.
Al hilo de estas informaciones, parece ser que en los próximos años continuará la entrada de nuevas marcas internacionales que todavía no tienen presencia en España, a la par que seguirá aumentando la instalación de puntos de ventas en grandes almacenes. Es curioso, pero según la lista de The Globle Shopper Index, Londres es la mejor ciudad para hacer compras. Entre 33 ciudades europeas, Madrid se ubica en el segundo puesto junto a Barcelona. París está en la tercera posición y Roma en la cuarta. Dentro de este concierto, valga decir que Rusia es en la actualidad el país que más turismo mueve en todo el continente, según datos de la UE. ¿Para cuándo en el ranking Sevilla y Málaga?
2 comentarios
No sera por la producción de lujo que tenemos
Sin duda, es una buena noticia.
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