Lleva cincuenta años en la Plaza Nueva y forma parte del paisaje más chic de Sevilla. Con su distinguido halo de joyería francesa, Shaw nos viene a evocar ese certero aforismo del inefable Oscar Wilde: «No podemos permitirnos el lujo de prescindir del lujo». Porque a veces el lujo es también mantener viva la historia comercial de una ciudad
Carlos Shaw ha sido el último en coger el testigo de esta joyería de solera. Es joven y dinámico, con ganas de comerse el mundo, pero sabiendo respetar la tradición y el bagaje que ha heredado de sus mayores; a saber: su abuelo, su tío y su padre. La historia de la joyería Shaw la empieza a escribir Antonio, un trianero descendiente de irlandeses o escoceses. Una duda que aún pende del árbol genealógico, ya que el apellido es tan frecuente en el Reino Unido como el kilt, la falda de cuadros usada por los hombres, con la que aparecen retratados los antepasados de esta familia. Lo que sí es cierto y ha sido transmitido de padres a hijos es que el bisabuelo de Carlos Shaw se carteaba con su primo, el dramaturgo irlandés Bernard Shaw, quien, además de su producción literaria, dejó para la posteridad una frase que al hombre le debió salir del alma y que no ha perdido actualidad: «Ay de mí cuando todos me alaban».
De La Palmera, a La Plaza Nueva
A Antonio Shaw sus descendientes no dejan de alabarle el gusto de haber puesto la primera piedra de un negocio que continúa pujante, sorteando, como todos, a la malhadada crisis. «Mi abuelo -cuenta Carlos Shaw- empezó en una casa de la La Palmera, donde hoy se alza una sucursal de la Clínica de Fátima. Vendía joyas, pero también las diseñaba. Su inquietud le hizo irse a París, de donde traía las mejores piezas y las ideas para luego darles forma aquí en Sevilla. En aquellos tiempos, los años cincuenta, había dibujantes especializados en joyas; era un oficio. Mi abuelo se fue haciendo con un excelente equipo hasta formar su propio taller. En el mundo de la joyería es muy importante tener un buen artesano, un buen engastador y un buen pulidor. Nosotros, afortunadamente, contamos con todos esos profesionales».
Dice Carlos que al abrir en la Plaza Nueva cerraron el establecimiento de la Palmera, donde, al ser también la vivienda de la familia, se trabajaba a destajo. Recibir llamadas de clientes a altas horas de la madrugada durante la Feria de Abril para adquirir una joya era una especie de rito. «En el año 1959, fecha de la apertura de la joyería, la Plaza Nueva no era el meollo comercial de la ciudad. Ese mérito lo tenía la calle Sierpes, aunque se suponía que con el tiempo alcanzaría ese estatus. Las cosas han cambiado pero nosotros seguimos aquí. Sabemos que hablar de Shaw joyeros es hablar de la historia de Sevilla. Hay joyas que han pasado de generación en generación, algunas las hemos restaurado y mi padre las reconoce al momento, sabe incluso cuando se adquirieron. Nosotros somos conscientes de que hay gente a la que le da reparo entrar en la tienda porque piensa que no va a encontrar nada acorde con su bolsillo, cuando aquí hay joyas de todos los precios».
Pulseras y solitarios
De todas formas, Carlos Shaw reconoce que lo que le impone a la gente es que fueron los primeros en cerrar la puerta del establecimiento e instalar un timbre. «Lo hicimos por seguridad y discreción. Hay quien no quiere que nadie sepa lo que compra y nosotros siempre hemos respetado mucho al cliente. Es más, quien lo desea puede entrar por la trastienda. Nuestro negocio se basa en la discreción absoluta».
Cuando se inauguró la joyería Shaw en la Plaza Nueva estaban de moda las pulseras de pedida. Comprarla en esta casa era un signo de distinción. «Ahora -afirma Carlos- se llevan los anillos en oro blanco, que salen más baratos y son más ponibles teniendo en cuenta el ritmo de vida que hoy lleva una mujer. El solitario es la estrella de la joyería. Nosotros elegimos los diamantes no sólo en función de su peso y color, sino de su pureza y talla. La mayoría lleva un certificado de un laboratorio gemológico de prestigio. La gente, equivocadamente, hace mucho hincapié en el peso y no presta atención a la calidad, el color, la pureza y sobre todo a la talla, que es lo que influye en el precio».
Carlos Shaw afirma que ahora se han puesto de moda las sortijas y los collares con piedras de color en oro rosa -lo último en tendencias- o en oro blanco. «En cuestión de sortijas, depende de los gustos, pero los zafiros, los rubíes y las esmeraldas tienen su público. Nosotros vendemos solitarios de brillantes y con piedras de color. En la actualidad hay mucha demanda de relojes, no sólo para el novio, sino para la novia, sobre todo Rolex y Hublot, que son nuestras marcas estrella. Los collares de perlas también se siguen vendiendo cortos y largos y los broches, fundamentalmente para señoras mayores, generalmente con motivos florales. Sevilla es una ciudad muy clásica, al estilo de Bilbao».
Pero Carlos Shaw tiene sus preferencias. «La piedra que más me gusta es el diamante. Tuvimos en la joyería una pieza magnífica, un solitario de 4 o 5 quilates en talla esmeralda, pero se vendió. Respecto del diseño el francés es uno de los mejores del mundo. Van Cleef es el número uno. Nosotros solemos traer todos los años una colección de piezas de Boucheron para ciertos clientes, porque realmente el centro de la joyería del mundo sigue siendo la Plaza Vêndome en París. Es cierto que nuestra tienda tiene esa aureola parisina del XVIII, una aureola que muchos tildan de antigua, pero que nosotros creemos que debe perdurar en el tiempo, porque se puede tener un establecimiento moderno pero manteniendo su esencia del pasado, su eterna esencia».
44 comentarios
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Maravillosas sortijas y espléndido reportaje. Me encanta que en este blog haya un pooco de todo, como en botica.
“El pasado puede usarse para casi cualquier cosa que uno quiera hacer en el presente”, decía una historiadora llamada Margaret McMillan. Y podría servirnos para la ocasión, la propia ciudad de Sevilla. El dramaturgo irlandés se trasladó a sus calles en un opúsculo sobre uno de sus personajes literarios más célebres, la figura del don Juan, mientras que el joyero elegía esa ciudad para su joyería. La literatura y la alta joyería son valores perdurables. Hagamos una reflexión. En el campo de la moda, una prenda representaría la esencia del cambio: la minifalda, símbolo visible de una de las grandes obsesiones: gustar. Lo siguiente fue gastar, y también tenía sus símbolos: la tarjeta de crédito, cuando todavía era posible sacar dinero hasta desde las paredes. Sin embargo, siempre han existido una serie de “encantos” atemporales, uno de estos son las joyas. Esta industria siempre ha sido el ámbito privilegiado para la elegancia y el refinamiento, una expresión de admiración y coquetería. No podríamos negar que como complemento, las joyas, nos harían sentir lo mismo que sentía Marilym Monroe por los diamantes. Decía algo así que los diamantes eran los mejores amigos de las chicas. Y aunque todo es opinable, no le faltaba razón.
Saludos.
Desde la Puerta Osario felicito a la bloguera. Este blog tiene personalidad. ¿por qué no sale una foto de Clara Guzmán? Yo quiero conocerla, me han dicho que vive por el centro de Sevilla. ¿Y si es mi vecina?
Buenas noches desde Algeciras. Me gusta este blor y esto de los joyeros me ha entretenido mucho. Felicito a todo el que entre en este blor.
Enhorabuena por este trabajo tan interesante, Clara. Eres una gran profesional y una gran trabajadora. Felicidades a estos joyeros por continuar la saga.
Qué anilloos más guays.Me gustan mucho. y este blog también. No es como los otros, a mi me gusta ver algo mas que fotos.
Enhorabuena a la familia Shaw por mantener el oficio de joyero y seguir en su línea de tener piezas tan exquisitas. Me gustan mucho los anillos de las fotos, pero no se pierdan las pulseras.
Me gusta mucho este artículo por lo que entraña de tradición e innovación. Una familia joyera que continúa al pie de cañón, en unos tiempos en los que, por regla general, los hijos no quieren seguir los oficios paternos. Enhorabuena a la bloguera por ofrecernos informaciones tan interesantes.
Me alegro de haber encontrado a Clara Guzmán en un blog de moda. Era de mi curso en la Facultad de Bellaterra, en Barcelona. Qué chica más simpática y agradable, además de guapa. Una morena muy exótica, pero muy tímida. No sabía nada de ella hasta que me he metido en este blog. Alguien me comentó que estaba de redactora jefa en ABC de Sevilla.Me alegro por ella. La recuerdo muy trabajadora. Una chica muy especial. Salut.
No conozco a esta bloguera pero me encantan sus post. Me ha interesado el de las joyas porque tengo relación con el sector. Es muy difñicil encontrar buenas piezas, asi que felicito a esta saga de joyeros. Saludos desde Madrid.
Este blog es muy original en su contenido. Da información y la da muy bien. No cae en el error de contentar a las fashionvictims, y eso ya es un logro. Le doy la enhorabuena a la bloguera. Saludos desde Barcelona.
Buen reportaje y buen blog. Enhorabuena a los joyeros.
Me alegro de que este blog tengan tanta aceptación. Clara es una mujer muy luchadora y se lo merece. ¿Y por qué no vamos a hablar de cómo es la bloguera? ¿Es que ya no hay libertad de expresión? A mí me cae muy bien, no me hace caso, pero me cae muy bien. Las joyas de Shaw son magníficas como los trajes de Ávila o los de novia de Fernando Claro, los bolsos sostenibles, la maquilladora. Me los sé todos, todos, todos. Que la Navidad no se os atragante.
Felicito a Clara Guzmán por este blog y por lo profsional que es. Por su simpatía y por su bondad. Una bondad de la que no alardea. Si lo sabremos nosotros…
Este reportaje me ha dado una imagen más cercana de esta joyería a la que me daba reparo entrar porque mi bolsillo es corto. Ahora ya tengo una idea diferente. Claro que los anillos deben costar un riñón.
Felicidades a la Joyería Shaw. Allí me compró mi marido un anillo precioso.
Estoy cansada de tanta fiesta y tanta hipocresía. así que me meto en este blog y me distraigo y aprendo un montón. Soy de Pamplona y sé que este blog viene de Sevilla. Me gusta, me parece muy interesante y muy bien hecho. No tiene nada que ver con los que freciuento. Estos anillos son guays. Felicidades a los joyeros.
Estoy de acuerdo con Lorenzo. Este blog tiene demasiada calidad como para que nos enredemos en cuestiones ajenas a su contenido. Felicito a Clara Guzmán, a la que conocí en Madrid cuando dio una charla sobre periodismo. Está muy puesta. Ahora creo que va por libre. Le deseo lo mejor. Claro que este blog ya es lo mejor. Muy buenos anillos, por cierto. familia Shaw.
Me encantan las joyas pero sólo para verlas y recrearme en su belleza. Nunca me verán con una,me parece una ostentación. Me gusta este blog por la diversidad de cosas que trae y por lo bien escritas que están. Tampoco me hace gracia que se digan cosas personales de la bloguera a la que no conozco.Yo vivo en Marsella.
No volvamos a las andadas. Opinemos del contenido, no de asuntos personales. Clara Guzmán es una excelente persona, trabajadora nata y una mujer muy creativa. El blog es muy interesante y esta entrevista es una muestra más de su profesionalidad. Sé que estará muy incómoda con estos comentarios. Felices Fiestas.
Este blog es muy guay. Hay muy tio desesperao y mucha bulla. La bloguera es la tia más seria que conozco, a lo mejor tiene su morbo por eso, porque es taco de seria. Claro que cuando se rie es la leche.
Estoy de acuerdo con Fernando y su deliciosa ironía.A mí me encanta este blog porque tiene personalidad.Es una prolongación de la bloguera, que es una profesional como la copa de un pino y una mujer de bandera. Sí, sí, aunque ella no se lo crea. A mi me parece de lo más sensual, ¿a que a ti también, Fernando?
Personalmente, los diamantes y demás grava de alcurnia me parecen tan útiles y atractivos como un botellín de cerveza no retornable. Pero el reportaje sobre la joyería Shaw me ha encantado, se nota que Clara es una gran periodista.
También suelen gustarme en general las fotos del blog, aunque sean joyas :-)) La calidad gráfica es una baza de Internet que la autora explota muy bien.
¡Felices fiestas!
Me espantan las Navidades y hoy,cuando ya se han ido todos, me he vuelto a meter en este blog.Me he leído este artículo y el del sastre,a cual mejores. Felicito a la bloguera. Saludos desde Córdoba.
Siempre me había llamado la atención esta joyería. Lo que no sabía es que fuera tan completa. Me ha gustado la entrevista porque da una imagen muy cercana de estos joyeros tan exquisitos en su mercancía.
Me gustan las joyas de Shaw, pero sobre todo me gusta que haya oficios que pasan de padres a hijos. Enhorabuena y Felices Fiestas.
Buena entrevista y excelentes joyas. Enhorabuena y Felices Fiestas.
Tengo que agradecer a Clara Guzmán por publicar unos reportajes tan interesantes. Quiero ser periodista de moda y ella es un poco mi referente. Muy bueno este de la joyería Shaw, a la que siempre me ha dado reparo entrar. A partir de ahora llamaré al timbre sin miedo.
Cuanto me hubiera gustado que Papa Noel me hubiera traido uno de estos anillos. Otro año será. a aver si mi chico se decide de una vez.
Me parece muy interesante que salgan en este blog noticias relacionadas con la joyería, que también es moda. Mucha gente cree que la moda sólo se reduce a la ropa. Crepo que ya es hora de reivindicar la joyería como un sector que crea tendencias y que aporta mucho a la moda, en algo que se nos suele olvidar: como generador de puestos de trabajo. Que el 2010 sea realmente una joya de año y enhorabuena a la familia Shaw.
Me ha gustado leer esta entrevista porque veo que hay una gran profesionalidad en estos joyeros de solera. Soy de Córdoba y algo entiendo de este sector y sé lo difícil que es encontrar profesionales que sepan tratar las piedras preciosas. Los anillos son de lujo. Felicidades por seguir la saga de joyeros.
De siempre me ha gustado la joyería Shaw, no sólo por las joyas de alto nivel que tienen, sino por su seriedad y discreción, en tiempos, incluso en que la gente alardeaba de comprar determinadas piezas. Felicito a la periodista por este buen trabajo.
Me gustan las referencias literarias que siempre hay en este blog. Os felicito la Navidad y felicito a los joyeros Shaw por sus magníficas piezas.
Me gusta ese blog porque trae cosas diferentes como este reportaje a unos joyeres señeros. Soy de Alicante, pero me interesa todo, todo lo que sea bueno. Feliz Navidad.
Buena entrevista a estos joyeros de solera.
Ha sido una idea muy original tocar el tema de la joyería.Una joya es para siempre, pero si además tiene un diseño que trasciende el tiempo, mejor. Me gustan las joyas de Shaw, me parecen originales y hechas pro profesionales de este oficio.
Me encantan las joyas, pero sobre todo las de esta joyería. Se nota que tienen una larga trayectoria y que son unos grandes profesionales. Sus piezas tienen personalidad y ese chic francés tan necesario, al menos para mí, en una joya. Que cumplan cincuenta años más en la Plaza Nueva de Sevilla.
Buena entrevista y buen blog.
Buenas tardes de Nochebuena. Me encantan estos anillos y me parece muy interesante la historia de la joyería Shaw. He pasado muchas veces por la puerta y nunca he llamado.Me impone respeto. Ahora lo veo de otra manera.
Feliz Noche a todos.
Qué bonitos anillos y qué entretenida entrevista. Está muy bien escrita. Saludos desde Mallorca.
Bonitas joyas y muy buena entrevista.
Estos anillos son para ver si mi chico se decide. Yo estaría encantada de recibirlos. Y además de Shaw.
Buen artículo. Felicito a los joyeros y a la bloguera porque escribe muy bien.
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