Coco Chanel, a la que le debemos tanto, como decían las folclóricas de su público allá por el año de gracia de no sé cuándo, le dio alas al bronceado. De la carita blanca cual pálido cirio se pasó a la saludable morenez, aunque luego la gente optó por achicharrarse tomando el sol como posesa y, por…