«MANZANO-DECO-GOURMET», LO MEJOR PARA TU FIESTA

por Clara Guzmán

¿Te imaginas que te preparen una merienda, un cumpleaños, un homenaje, una fiesta para un grupo reducido de amigos con exquisitos manjares, con una presentación impecable, en el lugar que quieras y que luego se encarguen de recogerlo todo? Pues ahora lo puedes hacer realidad con la empresa «Manzano-Deco-Gourmet» @manzanodecogourmet. Su artífice es la gaditana afincada en Sevilla Marta Manzano (@manzanoplaza). Farmacéutica de profesión y espíritu inquieto de vocación, ha estudiado Nutrición y Dietética y ejerce también de asesora nutricional. La he conocido en @república_38, dentro de su actividad «Sevilla se sienta a la mesa». Y hoy la traigo a telademoda para que la conozcáis todos.

«Hago pequeños eventos, hasta cincuenta personas. Suelen ser celebraciones de bodas de plata, cumpleaños, meriendas con amigas. Todos contactan conmigo a través de mi instagram @manzanodecogourmet con una antelación, como mínimo, de una semana. Lo más importante es hablar con el cliente para saber el número de personas invitadas, si entre los asistentes hay intolerantes a la lactosa, veganos, celíacos o de religiones que les impidan comer determinados alimentos. Si ya han elegido el sitio de celebración, en una casa o al aire libre, lo visito y busco mi parte artística. Si no lo tienen, yo me encargo de facilitarles un lugar idóneo a su celebración», dice Marta Manzano.

Me pone el ejemplo de una reciente fiesta de cumpleaños en el Parque del Alamillo. «Monté, como siempre, un escenario lo más confortable posible. En este caso instalé unos palets de madera con cojines recreando un ambiente cálido. Yo llevo todo lo necesario, lo monto y luego, cuando me dicen la hora en que va a finalizar, vuelvo y lo recojo. Por ahora trabajo en Sevilla y su provincia, pero voy donde me llamen. Dentro de dos meses me desplazo hasta Cuenca para montar una fiesta de cumpleaños. No obstante, también he organizado inauguraciones de tiendas e incluso eventos de cosmética dirigidos a «influencers», como uno que hice en Sevilla recientemente».

Marta Manzano dice que su negocio es la fusión de la decoración con el mundo gourmet. «Me gusta comer bien y además soy muy perfeccionista con la presentación de una mesa. Suelo ofrecer tablas de queso, de chacina, comida japonesa, siempre según los gustos del cliente. Tengo excelentes proveedores como la @panaderialamolinilla, de Aracena, donde todavía hacen el pan a mano. Las flores son de @bruniafloralsevilla, porque me gusta el estilo que tienen y saben adaptarse a cada evento; la fruta la traigo de Huelva. Yo me encargo de hacer tartas y humus de distintos tipos. Los manteles también son de mi cosecha, porque los coso yo, aunque en este apartado mi madre, que es mi fan número uno, me echa muchas manos».

La trayectoria de Marta Manzano es como la de cualquier heroína de novela o de serie. En tercero de Farmacia se puso a bailar flamenco porque era lo que siempre le había gustado, su pasión. Las clases de baile en Sevilla las combinaba con los estudios, hasta el punto que, una vez acabada la carrera y la beca en el Centro de Información del Medicamento de Cádiz, se instaló en Sevilla y dejó de ir y venir de una ciudad a otra. Aquí se apuntó a la Escuela de Ángel Atienza, su maestro, su guía, en la calle Salado, donde ahora es también profesora. Pero previamente había estudiado la carrera de Música, y además hizo hasta cuarto de piano y primero de guitarra flamenca. Para pagarse sus clases y poder vivir en la capital de Andalucía se puso a trabajar de lo suyo; vamos, en una farmacia.

«Salía de clase de baile flamenco y sin quitarme el traje me subía a la moto y me iba a mi trabajo. Esta locura duró trece años. Yo trabajaba como farmacéutica en la parte del laboratorio. Era la responsable de formulación magistral cosmética y homeopatía. Pero además, he bailado en las inauguraciones de las tiendas que Porcelanosa abría en todo el mundo. Iba con el grupo «Porvenir«, pero hace un año y tres meses dejé la farmacia y me puse a estudiar Nutrición y Dietética. Durante la pandemia, que a todo el mundo nos dio por cocinar, yo hacía cada día un desayuno diferente y lo subía a las redes. Eran los «Manzano desayuno» y ahí empezó a fraguarse mi actual negocio: «Manzano-Deco-Gourmet». No la perdáis de vista.

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