CEUTA: CRÓNICA DE UNA CIUDAD SINGULAR

por Clara Guzmán

El Hércules del escultor ceutí Ginés Serrán, junto al emblemático edificio Trujillo. Foto: guillermoaguilar.es

Soy de Ceuta, caballa, y he acudido a mi tierra junto a mis compañeros de la Asociación para el Progreso de la Comunicación (APC) en una visita organizada por la Consejería de Turismo. Y si José Bergamín decía con mucha razón: «Como soy un sujeto, soy subjetivo; si fuera un objeto, sería objetivo», una crónica periodística se debe ceñir a la exposición de los hechos. En ella contaré la singularidad de una ciudad ubicada en un lugar geoestratégico. De una ciudad europea en el norte de África. Una ciudad que bulle en medio de un paisaje y un paisanaje sorprendentes. Con aires andaluces, pero sobre todo cosmopolitas. Con una convivencia ejemplar entre sus cuatro culturas, con sus luces y sus sombras, pero con sus muchos y desconocidos atractivos turísticos, culturales, arquitectónicos, deportivos o de compras: las joyas, la perfumería, el tabaco y el alcohol son mucho más asequibles que en la Península. Ceuta está viva, ¿te animas a visitarla?

La Mujer muerta o Yebel Musa, dos nombres distintos para una misma montaña. Foto: guillermoaguilar.es

El barco no se ha movido ni a la ida ni a la vuelta, a pesar de ser febrero un mes con erre. Los peores para coger el ferry, según la creencia popular. Es carnaval y las principales calles están iluminadas con motivos del festejo. Nuestra primera cita es con el vicepresidente de la Ciudad Autónoma -gobernada en minoría por Juan Vivas, del Partido Popular-, el joven economista ceutí Alejandro Ramírez, y con el consejero de Turismo Nicola Cecchi, natural de Florencia, pero afincado en Ceuta. Nos hablan de la línea de ayudas para promocionar el turismo, que se puso en marcha hace año y medio. Una serie de descuentos en el barco, la comida y las compras, de las que nos podemos informar en la página web www.turismodeceuta.com. «Hay un antes y un después de octubre de 2019, cuando Marruecos decide acabar con el comercio típico. Teníamos un turismo flotante, debido a la entrada de numerosos marroquíes con poder adquisitivo. No era turismo, era comercio, pero muy importante para la ciudad, porque para 80.000 habitantes la estructura comercial estaba sobredimensionada».

Alejandro Ramírez y Nicola Cecchi. Foto: guillermoaguilar.es

Mario de Miguel, Arantxa Campos, Fatiha Lahasen y Juan Manuel Parrado. Foto: guillermoaguilar.es

«Luego llegó la pandemia-continúa Cecchi- y Marruecos cerró la Aduana. Ahora estamos viviendo una reestructuración del comercio local para atender a la demanda real. Se establecieron ayudas estatales y de la Ciudad Autónoma». «Las relaciones con Marruecos son complicadas- apunta Alejandro Ramírez-, pero al haberse impuesto el visado en la frontera hemos ganado en tranquilidad y ha bajado el índice de criminalidad». Nos cuenta que la Ciudad Autónoma trabaja con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en la creación de escuelas talleres para formar a la población. Ceuta es una de las ciudades españolas con mayor número de parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Nos informan que, además de la apertura de distintas franquicias, las empresas de juego online han creado 700 puestos de trabajo. «Los beneficios fiscales van ligados a la creación de empleo y a que la empresa se radique en la ciudad».

Pedro Duarte informa a los periodistas sobre la industria de salazón. Foto: guillermoaguilar.es

A la derecha, Cristina Querol y José Antonio Alarcón, representantes de la cultura ceutí. Foto: guillermoaguilar.es

Pero hubo un tiempo en que Ceuta contó con siete fábricas de conservas, donde la mano de obra femenina era muy demandada. «La pesca se murió en 1956 con la independencia de Marruecos». Nos lo dice Pedro Duarte, un ceutí ya jubilado, que ha emprendido la romántica batalla de recuperar la en otro tiempo boyante industria del salazón. «En la época romana, Ceuta era una cetárea (una factoría de salazones), donde hacían el famoso garum, un condimento muy apreciado. Después de muchos avatares, el salazón empieza a resurgir en 1912, pero ahora se necesitan demasiados requisitos administrativos». Ya nos lo había anticipado el consejero Cecchi. Ceuta está fuera de la Unión Europea en los aspectos sanitarios y aduaneros. Y nos lo confirman los representantes empresariales: Arantxa Campos, presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta; Fatiha Lahasen, presidenta de la Asociación Business Professional Women (BPW) Ceuta; Juan Manuel Parrado, secretario general de la Confederación de Empresarios y Mario de Miguel, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta.

El foso de San Felipe es de los pocos navegables del mundo. Foto: guillermoaguilar.es

«La Administración debería haber hecho un plan de reconversión cuando el cierre de la aduana. A partir de la pandemia hubo una gran destrucción de empresas. Estamos metidos en una jaula con barreras en ambos lados. Ceuta se encuentra en un limbo y nosotros lo que queremos es tener normas que nos den seguridad jurídica». Es el sentir de los representantes empresariales, quienes también nos hablan de las ventajas fiscales para el empresario que quiera establecerse en la ciudad, que quiera invertir en Ceuta. Pero Ceuta también es cultura. José Antonio Alarcón, director del Instituto de Estudios Ceutíes y de la biblioteca pública Adolfo Suárez, un edificio arquitectónico muy galardonado, nos pone al día. «El Instituto funciona como una Academia. Lo crea en 1969 Alfonso Sotelo y, por ejemplo, Ernesto Giménez Caballero era uno de sus miembros. Cuando ganan los socialistas, lo quieren disolver, pero un grupo de ceutíes planteamos al Ayuntamiento modernizarlo y se refundó.

El puerto deportivo de Ceuta tiene una gran actividad durante todo el año. Foto: guillermoaguilar.es

Cristina Querol, profesora del Conservatorio Profesional de Música «Angel García Ruiz», nos cuenta que es uno de los más antiguos de España. «Su fundador, del que lleva su nombre, lo creó en 1931 y fue además el compositor del himno de Ceuta». Y de la música a la historia. Visitamos la puerta califal, la principal puerta de acceso a la medina islámica protegida por las murallas omeyas del siglo X. Nos la enseña César y nos explica cómo se descubrió en unas dependencias del hotel La Muralla. Previamente, Toñi nos ha acompañado a un interesante recorrido histórico-paisajístico por la ciudad, en un autocar conducido por Larbi. Vemos las magníficas panorámicas desde la ermita de San Antonio y el mirador de Isabel II. Y nos muestra el cómodo y seguro sendero habilitado por la Ciudad Autónoma para ir caminando al Monte Hacho. Un delicioso paseo que ceutíes y visitantes frecuentan a diario, porque el deporte está muy presente en Ceuta.

En la Plaza de África se alza la catedral de la Asunción. Foto: guillermoaguilar.es

Nos lo había dicho el consejero de Turismo. Hay un proyecto para fomentar con deportes náuticos la actividad del puerto deportivo, ademas de crear instalaciones para deportistas de élite. En Ceuta se dan cita muchos acontecimientos deportivos, como la carrera de la Cuna de la Legión, que este año celebra el 2 de marzo su VIII edición y donde se pone de manifiesto una vez más el arraigo de la ciudad con el estamento militar. Ceuta es una ciudad amurallada, que cuenta con uno de los pocos fosos navegables del mundo, el foso de San Felipe. Con Juan y Pedro nos fuimos a recorrerlo. De la bahía norte, a la sur. A la altura del barrio de El Príncipe oímos la llamada a la oración. Es viernes, el día sagrado de los musulmanes. Impresiona en el silencio del mar. Y he dejado para el final la rica gastronomía ceutí. «El Refectorio» sigue siendo de los restaurantes más punteros, al igual que El Oasis, con su típica comida marroquí. El «Goichu», de los mismos dueños que «El Bugao» de Madrid, no se queda atrás. Tampoco «El Campo». Para los golosos, los dulces marroquíes, las torrijas de La Campana y el auténtico chocolate de Ceuta, el chocolate Maruja. En Ceuta hay más, mucho mas, pero eso lo dejo para que lo descubras tú.

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