Reflexiones. Piel a la vista

por Clara Guzmán
Telademoda

Carolina Herrera. Fotos: Internet

Carolina Herrera siempre me ha parecido una señora muy educada y con mucha clase. La conocí hace años en Sevilla y me pareció discreta, que es una de las cualidades de la elegancia. Ahora más de uno y más de dos la tildarán de pazguata, por tirar por lo bajo y lo mesurado, después de leer su opinión acerca de esa moda de ir enseñando hasta el carné de identidad, con la excusa de llevar transparencias. La moda la han impuesto estrellas fugaces (qué poco duran hoy en día en cartel estrellas que antes pasaban a la posteridad); estrellas fugaces, escribo, como Jennifer López, Kim Kardashian o Beyoncé, cuando acuden a galas de postín. Hoy galas de postín son aquellas en las que hay mucho «paparazzi», mucha transparencia, tacones inconmensurables y voluptuosidad, que en criaturas ajenas a la farándula sería exceso de grasa.

Telademoda

Kim Kardashian

Bueno, pues Carolina Herrera ha dicho, entre otras cosas, en una entrevista en el Washington Post, que con el afán de llamar la atención del público joven, algunos diseñadores han caído en esta tendencia que a ella la escandaliza. “Piensan que es muy moderno ir desnudo o casi desnudo. Piensan que con esos vestidos van a llamar la atención de los jóvenes y la respuesta es ¡No!» «En la vida tiene que haber algo de misterio”. «La moda- continúa la diseñadora venezolana- es un asunto de tejidos, diseños y no de cuerpos semidesnudos. Además, si el escote es muy abierto, hay que tener cuidado porque el busto puede lucir como un huevo frito. La moda es cuestión de proporción”. Efectivamente, como en todo, con la proporción «construimos»  y en estos casos, destruimos.

Telademoda

Jennifer López

Quizás todo venga de esas ansias por «deconstruir». ¿Cómo caímos en el error de aceptar comernos tortilla de patatas «deconstruida»?  Tortilla con todos sus ingredientes a la vista. Pero como los chefs están de moda…Es bien cierto que Carolina Herrera está en las antípodas de estas estrellas y que su estilo diseñando no tiene nada que ver con Cavalli ni con Versace, los autores de los modelos que lucen en las imágenes Jennifer López y Kim Kardashian. Pero, ¡oh!, sorpresa, el vestido de Beyoncé lleva la factura de Givenchy. Claro que ahora de la firma sólo queda el apellido de su creador, aquel que tuvo como musa a Audrey Hepburn. Ahora está Riccardo Tisci, director creativo de la marca, que se se encargó de confeccionar manualmente este vestido con tul transparente, con cristales multicolor y pequeñas piedras preciosas colocadas estratégicamente.

Telademoda

Beyoncé

El modista Lorenzo Caprile lo dijo en la presentación  en Sevilla de su libro  «De qué hablamos cuando hablamos de estilo. «Ahora nadie conoce a esos jóvenes que ponen al frente de casas de costura que marcaron un hito en la moda». Ahora, y esto es de mi cosecha, están todas las piezas del rompecabezas sueltas y no hay nadie que las ponga en su sitio. Es como si hubiera pasado un tsunami y hubiera arrasado hasta con el buen gusto. Yo me quedo con una frase de Mark Twain que dice: «La ropa hace al hombre. La gente desnuda tiene poca o nula influencia en la sociedad». ¿Y la semidesnuda con pretensiones? A ver, ¿quién se atreve a opinar?

Entradas relacionadas

2 comentarios

Alicia Astigarraga 2 julio 2015 - 1:28

En ese afán de quién da más o en esta ocasión quién pone menos, me da la impresión de que cada vez también miran menos por la moda, por el estilo y por la elegancia y qué decir que flaco favor hacen a la mujer. Es una manipulación en toda regla.
Dónde están todas esas defensoras de la dignidad femenina? Paradójicamente, ese feminismo es el que consiente y apoya esta pobre tendencia hacia la nada (de tela).

Maria Venegas 26 junio 2015 - 17:31

Personalmente pienso que ninguna de las tres señoritas que aquí aparecen son modelos para lucir con elegancia este tipo de vestidos, demasiado voluptuosas para llevar con estilo algo que casi ni tapa… Partiendo de ahí podríamos seguir, pero parece que ahora todo vale!!!

Los comentarios están cerrados