Piropo sí, piropo no

por Clara Guzmán

Imagen del documental La mujer de la calle

Imágenes del documental «La mujer de la calle»

¿Es machista el piropo? Evidentemente, hay piropos y piropos. El que te levanta la autoestima para el resto de la jornada, incluso para la semana o el mes, y el que te deja tan impactada que piensas que mejor hubiera sido quedarte encerrada en casa.  De todas formas, el piropo fetén es bueno, ahora que andamos poniendo etiquetas maniqueas a todo. Dicen que la palabra piropo tiene raíces incandescentes. Pyr es fuego en griego y ops, vista, lo que vendría a significar que ven los ojos y se enciende la sangre. Me he acordado de este halago callejero debido a que el  Ayuntamiento de Bruselas ha comenzado a aplicar sanciones a los que insulten a otras personas en la vía pública, multas de entre 75 y 250 euros, en función de  «la gravedad del improperio». El consistorio de la capital, según informa el digital de ABC, pretende con la medida «luchar contra la impunidad de las agresiones verbales en la calle», en palabras del alcalde, el socialista Freddy Thielemans.

Imagen del documental "La mujer de la calle"

La medida es fruto de un acuerdo del Ayuntamiento con la Fiscalía de Bruselas a raíz de la difusión del documental «Femme de la rue» («La mujer de la calle»), el testimonio real de una joven que grabó con su cámara durante meses los improperios sexistas que le dirigían los hombres por el mero hecho de ser mujer e ir sola por el centro de la ciudad. Los improperios eran insultos en estado puro, sin pasar por ningún tamiz. No obstante, hay quien se violenta incluso cuando se le piropea con palabras biensonantes. Hace unos años realicé un reportaje en ABC, que estará en la hemeroteca digital, sobre la vigencia del piropo. La mayoría de las encuestadas, de diferentes edades y profesiones, pero todas conocidas por el gran público, afirmaba estar encantada de la vida cuando era objeto de un piropo bueno.

Imagen del documental "La mujer de la calle"

Si el sujeto lanzador del elogio era además ingenioso en sus palabras y respetuoso en su actitud, la piropeada, también de su misma cuerda salerosa y dicharachera, le contestaba con un espontáneo: «¡Bote, gracias!». Pasar la prueba de la obra cuando se tiene cierta edad es una inyección de vitalidad para la jornada, mucho más beneficiosa que esas ñoñas salutaciones americanas del estilo: «que tengas un buen día»  y que hemos copiado, al igual que decir  tupper en lugar de tartera. Pero ¿qué es la prueba de la obra? Pues la de pasar por un edificio en construcción y que sus trabajadores te reciban con una sarta de palabras, preferiblemente agradables, aunque a veces suelen ser subidas de tono. ¿Qué ocurre en la actualidad? Pues que obras ya hay pocas y hombres dispuestos a sacar pecho y piropear, también. ¿Quiere esto decir que se ha acabado el machismo? Pues, no, pero es cierto que ahora los varones, incluso los más osados, están con el freno de mano echado ¿Apaga también la crisis el hervor de la sangre? ¿Se ha extendido el miedo a que los pongan contra las cuerdas, los apabullen con una réplica o los multen? ¿Quién da más?

13 comentarios

Gerardo 9 septiembre 2012 - 19:26

Muy simpático este artículo y el piropo que cuenta Juan es de cuando había ingenio.

Juan 9 septiembre 2012 - 18:33

Creo que la costumbre del piropo en España se circunscribe a una época de represión sexual. Desaparecida ésta, ha desaparecido el piropo. De mi época de infancia y primera juventud, sí recuerdo a los hombres requebrar a las mujeres en la calle. La mayoría de las veces no pasaba de una sarta de frases soeces, pero hay que reconocer que en ocasiones el ingenio y la elegancia imperaban. El mejor piropo que recuerdo haber oído: En plena calle, una muchacha de bastante buen ver y de no más de dieciséis años se paseaba con su vestido verde. Al pasar por un garaje, uno de esos mecánicos de mono azul y manchas de grasa le espetó: «Niña, si así estás de verde, ¡cómo estarás madura!

Felize falcon 7 septiembre 2012 - 13:55

El piropo bonito y dicho con respeto es como una flor que te es regalada, sin mas y yo opino que a nadie le amarga un dulce, así que viva!! El piropo y los que piropean con arte y finura. Adelante!!

Lucía 5 septiembre 2012 - 21:23

No me gustan los piropos, me parecen una agresión verbal.

Antonio 5 septiembre 2012 - 21:20

Nunca he dicho piropos por la calle, ademas una vez vi a un tio diciéndole algo a una señora y recibir una bofetada, como para atreverse,ja,ja,ja,ja

Rosalía 5 septiembre 2012 - 21:18

El piropo si es agradable y espontáneo es muy halagador, si es un improperio no es un piropo. Una vez me dijeron que tenía ojos de gata. No es nada del otro mundo pero el chico que me lo dijo nunca se me ha ido de la cabeza.

MARTA VERA 5 septiembre 2012 - 17:12

Un buen piropo anima hasta a la mas depresiva pero es cierto que las jovencitas entradas en carne, que cada vez son más (mas correr y menos comer) muestran sin miedo al ridículo sus lorzas sin vergüenza ni pudor… Así al menos no engañan a nadie y si algún muchacho con intenciones se anima ya sabe lo que hay.

Yo prefiero una buena mirada de esas que atraviesan que un piropo, que si bien son de caballeros más valientes pero también más básicos.

Regina 5 septiembre 2012 - 16:47

Pues tenían su encanto…creo que como tal, han desaparecido por fuerza del » cambio», de perder espontaneidad….la bordearía no esta en la categoría de piropo, es otra cosa.
Que gracia me ha hecho el comentario de Anabel!
El nuevo diseño es chuli y facilita visualizar todo

Habib 30 marzo 2013 - 16:43

La verdad es que son, los pporios, algo de otra e9poca. Eso de ver albaf1iles tirando’ pporios desde lo alto de su andamio, siempre me hace recordar a Jose9 Lueds Lf3pez Ve1zquez y las alemaaaaanas. Claro q algunos demuestran una inventiva q para q. Vamos a ver cual es el prf3ximo post.

Anabel 5 septiembre 2012 - 12:31

Hola a todos, A mí hace muchos años un chico se me acercó y me dijo que era tan fea que no tenía arreglo. Me dio la risa a él también, empezamos a hablar y no paramos. Nos casamos al año y seguimos juntos.

Florita 5 septiembre 2012 - 12:17

Es verdad que un buen piropo te deja una sensación muy agradable para todo el día. No sera que las mujeres nos hemos abandonado. Veo cada jovencita obesa a la que no le importa lucir sus grasas con una ropa feísima. Eso sí que echa el freno, ja,ja,ja, Que opinen las expertas en belleza

juan carlos 5 septiembre 2012 - 1:40

Me ha gustado mucho esta entrada, y si, es verdad que se escuchan cada vez menos piropos. Yo recuerdo uno que escuché una vez en Carmona y que la verdad siempre lo recuerdo porque, a la vez de brutísimo, la verdad también tiene su aquel. El piropo es el siguiente: «estas más buena, que un tractor», no me digan que no es para reirse.

Enhorabuena por el cambio de imagen al blog.

Inmaculada Sancho 5 septiembre 2012 - 0:59

Te aseguro Clara, que no. No han echado el freno de mano. Si bien es verdad q hay menos obras, no necesariamente son obreros d la construcción los únicos q sueltan piropos o q echan improperios por la boca. Cualquiera a pié o en coche te suelta un algo. Ya sean suspiros o rebuznos.
Por cierto, me ha encantado el significado de la palabra piropo. No lo conocía.

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