El vestido negro, en los museos

por Clara Guzmán

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Exposición en París. Foto tomada de Univision Whasington D.C.

A ver, que levante la mano quien no tenga un vestido negro en su armario, incluso dos, uno de verano y otro de invierno, aunque ahora con el apogeo de las lanas frías puede servir para todas las estaciones del año. No hay ni una mano alzada, porque un vestido negro es aquel que nos hace salir airosas de esa encrucijada del qué me pongo para no llamar la atención ni desentonar. El vestido negro, el Little black dress como se le conoce aunque su origen sea francés, ha llegado a ser de tan vital importancia que hasta el 22 de septiembre será el protagonista de una exposición en el Mona Bismarck American Center for Art &Culture de París.

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Foto tomada del blog Couture Colorado Life & Style

No es que haya cogido una perra con ella, no, ni mucho menos, pero el vestido negro se lo debemos también a Coco Chanel. Nunca le agradeceremos lo suficiente a la señorita de la Rue de Cambon todo lo que hizo por la moda y los modos de la mujer. Como comprenderán se empezó a llamar la petite robe noire,  y representaba el chic francés, pero como el inglés nos avasalla, o sea, nos hace sus vasallos a veces hasta rozar la ridiculez, pasó a conocerse en el mundo entero por Little black dress.

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Un clásico en los vestidos negros. Foto tomada del blog Oh! la Moda

La historia del vestidito negro tiene también su mijita de novelería, como corresponde a todo lo que rodea la vida y la obra de Chanel.  En noviembre de 1926 (principios del siglo XX) Vogue France presentaba «el nuevo uniforme de la mujer moderna». Mademoiselle Chanel había creado un sencillo vestido de tubo de crespón negro con escote a ras del cuello y mangas largas muy ajustadas, cortado bajo la rodilla. Sin cuello, sin botones ni pasamanería, sin drapeados ni flecos, sólo un pequeño efecto ablusado sobre las caderas y una banda incrustada en forma de uve.

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Coco Chanel, creadora del vestido negro. Foto tomada de Paper blog

En Estados Unidos se le bautizó como «La Ford de Chanel», símbolo del lujo y la elegancia y se recuerda aquella frase tan ingeniosa, si se quiere, del magnate del automóvil Henry Ford: «hacedme coches de cualquier color, a condición de que sean negros». Bueno, pues volvamos al siglo XXI y a París. Supervisada por André Leon Talley, antiguo colaborador editorial de Vogue y ahora, según Suzy Menkes, de la edición rusa de Número, la muestra acoge un total de cincuenta vestidos.

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Un diseño de Chanel, en la muestra. Foto tomada de Bliss & Glamour

En la exposición de «un elemento esencial en el armario de la mujer», según su comisario, figuran piezas de señoras integrantes del club internacional de las mejores vestidas y firmadas no sólo por creadores de alta costura francesa. Además de Yves Saint Laurent o Chanel, están representados diseños de Azzedine Alaïa, Nicolas Ghesquière o Stella McCartney. Una de las joyas de la muestra es un vestido tipo columna de Fortuny, que según André Leon Talley es «tan moderno hoy como cuando se creó en el año 1907».

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Una imagen de la muestra. Foto tomada de Bliss & Glamour

Esta curiosa exposición viene a reafirmar la importancia de la moda en la sociedad, hasta el punto de exhibirla en los museos. Ya no sólo se enseñan las obras de determinados creadores más o menos significativos, aquí cada uno aportará su versión, si no que se exponen fenómenos sociológicos como la importancia del vestido negro en la cultura social contemporánea. El negro ha sido un color muy respetado por considerarse solemne y elegante. Con esta muestra se pretende también dar a conocer las nuevas texturas de los diseñadores actuales para innovar en un clásico.

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3 comentarios

Pepa Garrido 19 septiembre 2013 - 10:21

1, 2 ,3… no se cuántos vestidos negros puedo tener. Moda que no pasa de moda, me encantaría ir a ver esta expo, lástima que aquí no haya muestras tan interesantes.

Es Esencia - FloresyTocados MAngeles 14 septiembre 2013 - 17:32

Un vestido negro. Fondo de armario. Básico. Una apuesta segura.

Este año regresan con fuerza.

Además de ilustrarnos sobre la historia del vestido negro, nos haces reflexionar sobre la importancia de la moda. El impacto de la moda en la sociedad, en la cultura, en la economía. Vaya, que «los trapitos» no son sólo cosas de mujeres.

Confieso que sigo asiduamente el blog. Y que me asomo todas las semanas. Es importante aprender cosas nuevas, pero también es importante cómo se aprende.

Gracias, Clara

FÁTIMA 12 septiembre 2013 - 21:53

Me encanta que uno de los vestiditos negros, sea ese de encaje que está en la primera foto. Lo gracioso es que lo llevo Marc Jacobs en la fiesta del Met del año 2012. Me impacto cuando vi a Jacobs con él, y ahora lo elevan a la categoría de obra de arte. ME ENCANTA!!!!!!!

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