El cuentahílos ¿Un café?

por Clara Guzmán
El cuentahílos, telademoda

© Rafael Camón Carbonell

¿Un café? Y puede ser un principio; ¿un café? Y puede ser el epílogo ¿Un café? Y es la excusa perfecta para que se abran las compuertas de los sentimientos y salgan en desbandada esos adjetivos calificativos que han estado amordazados durante un tiempo cautivo. Una bebida corta para una larga ristra de promesas, de confidencias, de sueños por trenzar, de sueños por destrenzar. En la taza de la imagen, el café está mediado y la cucharilla usada ¿Se habrán abrochado los sueños? ¿Se habrán desabrochado o quizás tan sólo se han pespunteado?  Tal vez se habrán compartido, el mundo se habrá parado y en una esquina de la tarde habrá amanecido un nuevo día…¿Un café?

(Foto: Rafael Camón Carbonell  http://www.flickr.com/photos/rafael62/)

39 comentarios

Eloísa 1 octubre 2012 - 21:28

Delicioso café, original blog, con una sensibilidad especial. Saludos desde Gibraltar

Arturo 1 octubre 2012 - 16:31

Me gusta la foto, el texto y los comentarios. Qué pasada…

Severo 30 septiembre 2012 - 13:34

Más valen mil palabras que una buena foto, tus palabras me sugieren miles de fotos.

Mario 30 septiembre 2012 - 13:01

Delicioso texto, delicioso café, delicioso blog…

MARTA VERA 30 septiembre 2012 - 12:33

Café que quita el sueño… y sueños que se hilan con café.
Maravilloso texto y foto, me encanta este blog.

Antonio Ramírez 29 septiembre 2012 - 14:00

Esta es mi historia. Por un orgullo mal entendido con un café en la mano le dije a mi entonces novia que la dejaba. Había empezado a estudiar en la Universidad, de eso hace ya cuarenta años, y yo era un trabajador. Tenía miedo de perderla y la perdí por mi orgullo. No dejé de pensar en ella en todo ese tiempo. Me casé, tuve hijos y no supe de ella. Hace cinco años y por esas cosas tan maravillosa del destino, yo ya viudo, mi hija me invitó a tomar café a su casa para que conociera a sus alumnas de la clase de pilates (bueno, esto lo escribe mi hija). Me resistí a ir varias veces hasta que un día me convenció más de la cuenta y allí estaba yo, Cuando entré me derrumbé al verla. Y empecé a llorar como un chiquillo. Allí estaba ella tan bonita y risueña como siempre y viuda como yo. Desde entonces no nos hemos separado y estamos recuperando todo ese tiempo perdido por un orgullo mal entendido. Un café nos separó y un café nos unió

Pepe 27 septiembre 2012 - 10:01

Es la primera vez que entro en este blog y llevo cincuenta minutos leyendo, mirando y me estaría toda la mañana. Enhorabuena, es un buen blog y este apartado de comentario de fotos me parece excelente.

Nieves 26 septiembre 2012 - 17:41

Que buena la foto, que buen texto y que rico el café. Las cosas sencillas y cotidianas que dicen mucho, como el café que pides y lo que le pones. Felicidades a los autores.

Viri 26 septiembre 2012 - 13:55

Como que me he puesto a llorar a moco tendido. Mi historia también gira en torno a un café que se volvió a repetir después de treinta años. Me volví a entusiasmar y me volvieron a amargar el café.Ahora me paso el día pidiendo azúcar.

Ramón 25 septiembre 2012 - 21:35

Este blog es distinto, quizás por eso me haya aficionado a leerlo.

J.B. 25 septiembre 2012 - 12:36

¿Aceptaría la bloguera un café con J.B.?

Antonio Quirós 25 septiembre 2012 - 12:11

Realmente me ha encantado y me ha conmovido la sencillez y la profundidad del cuentahilo. Tambien los comentarios que habéis publicado.

Alrededor de ¿un café? se tejen muchas historias y muchas vidas, quizá incluso para mejorarlas.

Por cierto, te invito a un café. EN SERIO!!! Eso si un delicioso café +saludable.

Antonio

Enrique 24 septiembre 2012 - 22:38

Esta mujer debe ser de una gran sensibilidad, no hay más que leer sus cuentahílos. Los tengo archivados todos, todos y de vez en cuando los releo ¿y si se publicaran fotos y textos? Sería un bonito libro. Lanzo la idea.

G.B.V. 24 septiembre 2012 - 21:59

Buenas noches. Me lo he leído una y otra vez y es como si este texto me lo hubieran dedicado. El mundo se paraba cuando tomaba café con ella. La primera vez se me cayó la cucharilla de los nervios y la última se le cayó a ella por su enfermedad…

Gloria Bendita 24 septiembre 2012 - 10:13

Así da gusto tomarse un café, yo desde luego que en buena compañía siempre me apunto, aunque con leche y sacarina..jeje

María José Carmona 23 septiembre 2012 - 22:01

Una imagen tan simple que puede ser tan íntima a la vez. Es una foto que me gusta especialmente y las palabras que te ha inspirado ya van a ir siempre unidas a esa instantánea. Enhorabuena a ambos.

Alberto 23 septiembre 2012 - 21:32

Mi primer café no pudo ser y sigo a la espera de ese café, aunque ya el café se haya amargado, pero la vida también es esperanza y yo espero y espero….He leído este texto y me he emocionado ¿un café? Ojalá mañana me digan que sí…

mely 23 septiembre 2012 - 20:53

Mi primer café sin azúcar, porque así le gusta a quien me hizo sentir por el café lo que hoy llamo «mi momento» años a: Ese primer café muy parecido al último en el que se reflejaron proyectos, promesas y una oportunidad que la vida arrebató y que ahora delante de ese café sin azúcar queríamos sentirnos dueños de nuestras vidas. Ahora, ya no hablo delante de ningún café. Muevo la cucharilla, me concentro en su aroma, pienso y esbozo un sonrisa imaginando esa taza cuyos posos dejaron secretos.

Hortensia Gil 23 septiembre 2012 - 20:15

Que bueno un café….en buena compañía, me gusta mucho cuando me dicen «quedamos para un café»….recuerdo a quien pide..- un café expreso muy corto- y también recuerdo su manera de tomarlo, parece que se esta tomando un chupito, pero estar a su lado es mágico y eso hace que ese café sea especial….me encanta este articulo…por cierto ¿Un café?

Hugo 23 septiembre 2012 - 18:53

Un café, con un café empecé mi relación con la que ahora es mi mujer. Recuerdo que con los nervios se lo derramé en el vestido, menos mal que ya se había enfriado un poco. Pedí agua para limpiarlo y también la lié parda. Ella se echó a reír y a mi me encantó que reaccionara así. Si se hubiera enfadado creo que ahora no sería mi mujer.

F.T.R. 23 septiembre 2012 - 17:05

Lo mío no es tan romántico. Mi chico me invitó a un café para decirme que se había enamorado de mi prima. Habíamos ido a verla a Turín y mira por donde. Me pongo enferma cada vez que alguien me sugiere un café. De todas formas, me ha encantado este cuentahílos, pero no todo es vino y rosas ni café dulce, los hay amargos…

Ana María 23 septiembre 2012 - 16:57

Yo también me apunto a un café con la bloquera Ya estaba echando de menos los cuentahílos…

Lula 23 septiembre 2012 - 16:09

Tomando un café me dijeron que me amaban, tomando un café me despidieron de mi trabajo y tomando un café le dije a mi hermana que iba a ser madre. Ay, ay, los cafés…

Jacobo 23 septiembre 2012 - 16:08

Es la primera vez que entro en este blog y me ha gustado mucho. Está muy cuidado y se nota está hecho por una profesional, como he leído en su biografía. Esta sección es fantástica. Me he leído todos los cuentahílos y no sabrá decir cuál es el mejor.

JULUNGGUL / JULIA MUNILLA 23 septiembre 2012 - 12:45

OJALA PODAMOS COMPARTIR UN CAFÉ PRONTO Y CONOCERTE EN PERSONA

Soledad 23 septiembre 2012 - 11:45

Un café y muchos sorbos de confidencias. Bien por el cuentahílos.

Gloria 22 septiembre 2012 - 22:25

Es la vida cotidiana pero elevada a la vida literaria. Enhorabuena. Me encantan los cuentahílos.

Pablo 22 septiembre 2012 - 22:16

Qué buen texto para una foto que capta la vida cotidiana

Gerardo 22 septiembre 2012 - 21:58

Después de leer este texto y bichear este magnífico blog invita a decirle a la bloquera ¿Un café?

MARTIN 22 septiembre 2012 - 21:53

Qué placer disfrutar de un cortado pausado junto a este blog.

MARTIN 22 septiembre 2012 - 21:39

Qué placer disfrutar de un cortado pausado en tu blog.

Benjamín 22 septiembre 2012 - 21:37

Es una bonita reflexión muy bien contada con el soporte de la foto.

Carlos 22 septiembre 2012 - 20:48

Qué elegante es este blog, es un reflejo de la periodista. Enhorabuena por este corto pero largo texto.

Javier 22 septiembre 2012 - 20:29

Hola a todos. Sigo desde hace tiempo este blog y tengo que decir que el nuevo diseño me gusta más porque se ven mejor los textos. Me encanta el cuentahílos porque es muy literario y te hace pensar, como este. La foto también me gusta mucho.

Laura 22 septiembre 2012 - 20:18

Maravillosa refección. Me he emocionado. ¿Quién no ha tomado un café y se le han abierto o cerrado las puertas del corazón?

Luis 22 septiembre 2012 - 19:47

Me gusta esta sección y la sigo. La foto dice muchas cosas que calla.

Paco 22 septiembre 2012 - 17:30

Enhorabuena por este blog y sobre todo por esta sección.

Elvira 22 septiembre 2012 - 17:23

Me ha hecho pensar este texto y viendo la foto he recordado algunos pasajes de mi vida, unos mejores y otros peores, opero siempre con un café de por medio.

P.Blasco 22 septiembre 2012 - 23:05

Un exquisito y sabroso café a media tarde, ese que empieza a las 5 de la tarde y como muchas cosas, no se sabe cuando van a acabar. A veces con un libro, a veces con un amigo y a veces, de confidencias con una amiga, repartiendo a diestro y a siniestro y arreglando el mundo cada segundo y todo, tras ese café que tan bien has definido. Me ha encantado tu escrito y la foto de Rafael.

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