Reflexiones. Dependientes «antipáticos»

por Clara Guzmán
Telademoda

Foto tomada del blog La guarida de Bam

Acabo de leer en el portal www.modaes.es que el lujo ha perdido a la mitad de sus clientes por culpa de dependientes «antipáticos». Lo leo y me pregunto, ¿sólo el sector del lujo? Dependientes antipáticos ha habido siempre y habrá, claro que lo más chocante es que los poco simpáticos sean, en muchas ocasiones, los propietarios del negocio. Según el informe «The new face of luxury», al que hace mención el portal, “una de las principales razones por las que un consumidor no repite no es el producto, sino un vendedor grosero o desatento”. Anécdotas habría para parar un tren y seguro que cada lector podría contar algunas, pero suena a contradictorio que en un momento en que lo que realmente se necesitan son clientes, los espanten con actitudes que van desde el despotismo a la ignorancia, que suele ser bastante osada. Recuerdo con estupor la atención que dispensaba cierta propietaria de una «boutique» de campanillas de Sevilla allá por los años ochenta. Desde «esto vale mucho dinero para ti» hasta «pantalones para ese culo no tengo», que le «escupió» a una colega que, como yo, desconocía la ausencia de educación de la susodicha. Hace unos meses, en Barcelona, cuna del «seny» comercial, una dependienta de una firma de lujo y después de hacerme un escáner y poner naricilla de oler mal me espetó: «¿Zapatos? Le sacaré los que quedan de las rebajas». Es bien cierto que la interrumpí mientras se desvivía por unos clientes rusos, a los que había servido té en un samovar. Ahora dudo si esos clientes no volverán por su evidente antipatía o por cuestiones más «materiales».  Según datos del estudio, entre el 80% y el 90% de los clientes de las marcas de lujo no repiten, y sólo el 15% mantiene una relación de tú a tú con el dependiente. Por lo que se deduce del informe, el consumidor valora cada día más un vínculo cercano con el vendedor. O sea, valora el comercio tradicional, aquel en el que dueño y dependientes conocían incluso el nombre de cada cliente y se desvivían por atenderlo. Puede que ahora lo llamen marketing.

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7 comentarios

Marta Vera 10 enero 2015 - 11:59

Estoy de acuerdo en que la atención es primordial, en una ocasión una clienta me comentó que habia llamado por teléfono a un peluquero muy afamado de Sevilla, pidiendole una cita para comentarle los detalles de su enlace, y este le contesto «Mira guapa yo no tengo tiempo de tonterias, lo que yo te haga en la prueba será lo que mejor te siente, así que ya te veré en la prueba directamente».
No lo contrató para su boda…

Montsita 9 enero 2015 - 19:33

Es raro que en Barcelona atiendan mal. Siempre hay excepciones. En Barcelona siempre se ha tenido muy en cuenta al cliente.

Juan 8 enero 2015 - 21:09

También he vivido situaciones como las descritas en esta página, incluso en tiendas de alto copete, como se decía antes. Coincido con Pedro en que más que antipatía se trata lisa y llanamente de mala educación, o mejor de ninguna. No hay más que comparar en cómo lo tratan a uno en Francia, Italia o Alemania cuando entra a comprar en una tienda, incluso en una simple panadería de pueblo.

Susana Pérez duque 8 enero 2015 - 15:24

A veces no estamos con puntería, pero entonces solo entonces es cuando hay que sacar la varita mágica¡¡¡…es esa transformación que solo lo consigue las horas de mostrador…la puesta en escena, arte y atención personalizada

Rosa Cuervas 8 enero 2015 - 8:09

Puedo decir que la mayoria de clientas que vienen a mi taller han decidido encargarme su diseño en gran parte porque les he transmitido confianza y amabilidad. Me lo dicen mucho y yo lo agradezco.
Tengo una anécdota de una clienta a la que realizo diseños desde hace mas de diez años. Ella me contó un dia que fue a una tienda de una firma muy conocida sevillana interesandose por unos preciosos complementos. Uno dueños de esa tienda que casualmente estaban allí al verla le dijo : No bonita , no , aqui tenemos ropa para la Barbie , no para la Rosaura.
En fin.
Un saludo Clara. 2015 besos.

Pedro 7 enero 2015 - 21:25

Yo creo que se ha perdido la educación y los modales en todos los sectores. Hay dependientes antipáticos y que pasan del cliente.

Miguel Santos 1 febrero 2015 - 21:07

Mucha razon tienes pedro, España cae en picado y con ello lo poco que quedaba de sentido comun y decencia. Vamos que hay dependientes que te vacilan en la cara y te miran con superioridad y tan frescos/as, lo cual es contrario a lo que verias en cualquier pais civilizado donde minimo buenos dias gracias, y alguna sonrisa de bono.
Pero luego quejate que te contestan xD
Si va a ser que es normal que se rian de este pais en el extranjero y que no seamos tomados en serio, con una actitud asi de chusma quien va a creer que valemos mas que para fiestas y cachondeo?—

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