El cuentahílos. Tánger

por Clara Guzmán

 

 

Telademoda

© Eduardo Briones Gómez

La ciudad misteriosa, cosmopolita, se cae a pedazos en la distancia y se recompone en la cercanía. Se desbarata entre la bruma de los recuerdos y se pavonea ahora que quieres regresar desafiando a quienes dicen que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Tánger, la ciudad envolvente, la que te contamina de hospitalidad, sigue ahí esperando a que un día el realismo mágico le gane el pulso a la nostalgia.

(Foto: Eduardo Briones Gómez   www.eduardobrionesgomez.com)

4 comentarios

Juan 7 septiembre 2014 - 18:52

Las contraventanas desvencijadas de la foto de Eduardo Briones nos hablan de tiempos mejores, ya lejanos. De esa Tánger reflejada por Ángel Vázquez en «La vida perra de Juanita Narboni», la que sirvió de refugio a escritores y artistas europeos y americanos. Aquella Tánger en la que se editaba el periódico «España» donde encontraron acomodo algunos intelectuales de nuestro último exilio. También volví a Tánger no hace mucho tiempo y tampoco la reconocí. Esta Tánger no sé si será mejor o peor que la añorada, en cualquier caso, es distinta.

Victoria. Libélula Lila 7 septiembre 2014 - 12:30

La foto es preciosa, las contraventanas azules desgastadas por el tiempo, las rejas.. y tu texto le va perfecto, qué bonito, Clara, y qué bien describes la ciudad. Estuve allí un día sólo, pero no sabría describirlo mejor.
Si yo trabajara en la Oficina de Turismo de Marruecos ya os estaba llamando!

Evangelina 6 septiembre 2014 - 14:04

Que calle más íntima.

Josele 6 septiembre 2014 - 12:55

Hola. Hacía tiempo que no me metía en este blog y mira por donde lo hago hoy y hay una foto de Tánger, donde nací. No he vuelto a ir porque me da miedo que se me derrumbe la idea que me quedó de ella. Me he metido en la página del fotógrafo y he visto un montón de fotos de Tánger y claro, me ha gustado. Muchas gracias.

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