Elsa Schiaparelli: El arte en la moda

por Clara Guzmán

 

Había nacido en Roma en 1890 y era la segunda hija de una familia ilustrada. Poco agraciada, según los cánones de la belleza, Elsa Schiaparelli estaba dotada de una gran sensibilidad que la llevó a cultivar en secreto la poesía. Tras un turbulento matrimonio, aterriza en París en 1920 procedente de Estados Unidos. Su fortuito encuentro con Paul Poiret  fue decisivo, ya que el modista supo apreciar la veta creativa de la joven, de la que fue su mentor.

«Bon vêtements de travail», o lo que es lo mismo ropa de trabajo de calidad. Así rezaba el eslogan que en 1935 Elsa colocó en su primer salón de Moda de la Place Vendôme, enfrente del Ritz parisino, aunque ella pasara después a la historia no como mujer práctica, sino atrevida y excéntrica. Una trayectoria que empezó con un jersey negro, adornado con un lazo blanco, que asemejaba una mariposa.

Su primera clienta fue la famosa guionista de Hollywood Anita Loos, autora de «Los caballeros las prefieren rubias». El cubismo y el surrealismo influyeron en sus diseños. Introdujo la manga pagoda, una manga de anchos hombros; tiñó pieles y las nuevas cremalleras de plástico, del mismo color que las telas, las colocaba a la vista, en vez de esconderlas. Lanzó broches fosforescentes y la compañía francesa Colcombert produjo para ella una tela impresa con noticias de periódicos, con la que hizo pañuelos. Sus botones eran tan originales como los que tenían al circo de protagonista: Una chaqueta de seda y brocado, decorada con caballos de tiovivo, se abrochaba con acróbatas en plena pirueta. Dos de sus más famosos sombreros tenían las  formas de un cono de helado, el uno, y de chuletas de cordero, el otro.

 Dalí y Picasso

Enlazar el arte con la moda le abrió las puertas de un éxito que dejó estela, ya que de sus ideas se siguen nutriendo los más atrevidos diseñadores. «La moda -solía decir- nace de pequeños hechos, de tendencias, de acontecimientos históricos, nunca tratando de fabricar plisados o hacer vestidos más o menos largos». Se inspiraba en pintores como Picasso o Salvador Dalí, responsable del diseño de un bolso de terciopelo negro con la forma de un teléfono con disco dorado. Jean Cocteau realizó poéticos dibujos para sus bordados. Los pintores Christian Bérard, Vertès y Van Dongen trabajaron para ella, al igual que el poeta Louis Aragon y los polifacéticos  fotógrafos Cecil Beaton y Man Ray. Elsa Schiaparelli revolucionó la moda entre 1930 y 1940 e incluso el mundo de la estética del perfume. «Shoking», su esencia preferida, salió al mercado en 1939 y, al parecer, la artista Leonor Fini diseñó el frasco tomando como modelo un  torso con las medidas que la actriz Mae West había enviado a Schiaparelli. Diseño en el que, andando el tiempo, en el año 1993, se inspiraría Gaultier para su perfume de mujer Jean-Paul Gaultier.

 A muerte con Chanel

Schiap, como la llamaban los amigos, fue coetánea de Coco Chanel. Era vox populi que, debido a los malditos celos profesionales, se llevaban a matar.  Para el lector curioso (en el buen sentido de la palabra curioso) hay que apuntar que, según cuentan las crónicas, las dos aparcaban su exquisito marchamo para ponerse en jarras y cual dos descaradas vecindonas decirse de todo menos bonitas. Coco se refería a Schiap como «esa italiana que hace vestidos», mientras que para Elsa la divina Chanel era  «esa aburrida provinciana».

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12 comentarios

FATIMA 1 noviembre 2011 - 21:17

No se si lo sabrás Clara, pero Elsa Schiaparelli era la abuela de la modelo Marisa Berenson. No quería que la nieta se dedicara a la moda, QUE COSAS!! Al final llegó a ser una de las mejores.

ESTHER AMO 31 agosto 2011 - 17:21

Toda una maestra. Saludos Clara

manuela de los santos 30 agosto 2011 - 11:58

Maravilloso artículo y maravillosa creadora. Ví una exposición en el Museo del Traje de Paris y es realmente moderno y transgesor. ¡Una adelantada a su tiempo¡…Besos Clara

angela y adela taller de diseño 29 agosto 2011 - 12:12

interesante articulo clara,sabiamos algo sobre esta diseñadora con ese talento picassiano.pero no tan rico y explicito como tu lo escribes.enhorabuena besos.

lola gil 28 agosto 2011 - 23:10

Clara ,me encanta tus articulos, sigue contando historias de personas tan interesante como estas,gracias

Rosalía de Jódar 28 agosto 2011 - 17:34

me encanta descubrir personajes con tanto talento y creatividad, gracias!

Alejandro Reche Selas 28 agosto 2011 - 14:09

QUE MARAVILLA DE ARTÍCULO CLARA. La verdad, sinceramente no conocía absolutamente nada acerca de esta mujer y lo has descrito todo con una precisión y un estilo que ya puedo decir que sé quién era Elsa Schiaparelli. Como siempre, aprendiendo de ti y lo de la rivalidad con Chanel es muy curiosa, acertaste al escribir «para el lector curioso» curioso». Ella tenía arte diseñando pero tú tienes mucho arte escribiendo. Un beso Clara

Felipe Vivas Tolentino 28 agosto 2011 - 13:14

Hay que ver como se las gastaban Coco y Elsa.
La verdad es que cuando se habla de maestros/as uno no se puede decantar por ninguno/a ya que el talento o el don de la creatividad es sólo propiedad de unos cuantos y es inevitable separarlo de su parte humana, yo personalmente no me decantaría por ninguna de las dos pues ambas son fuente de ispiración para todos los creativos contemporáneos.
Aparte de esta reseña, como siempre Clara, felicidades por tus artículos deberían ser recomendados en las esculas de diseño y moda aunque imagino que en muchas lo serán.
BESOS

Gelu 28 agosto 2011 - 12:44

No hay nada como rescatar a los creadores del pasado para ver la sequía de ideas que tienen los actuales. Me encanta este blog.

Rosa Cuervas 28 agosto 2011 - 12:10

Que maravilla ! . La unión de moda , arte y literatura.

Carlos Telmo 28 agosto 2011 - 11:41

Clara querida: BRAVO! Me ha encantado el articulo de «Schiap». Estoy en la Residencia esperando a mi tia que salga de Misa. No he podio tener mejor espera… Gracias por ilustrarnos tan exquisitamente. Beso desde Ronda, que seguro que a Elsa le hubiera encantado conocer, quizás estuvo aquí… Soñar no cuesta nada y agranda el alm. Ciao cara…

Carlos Telmo

margarita 28 agosto 2011 - 11:20

Me encanta. Me ha gustado muchísimo que rescates a la Schiaparelli. A veces se nos olvida que los diseñadores de hoy también toman sus inspiraciones de los del pasado. ¿Quién nos iba a decir que la ocurriencia de vestirse con chuletones no es original de la princesa del pop Lady Gaga?

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