Suzy Menkes, Premio de Honor de los British Fashion Awards

por Clara Guzmán

 

Telademoda

Foto tomada de elpaissemanal

Es bien cierto que las periodistas de moda deben tener para el imaginario popular una imagen un tanto extravagante no sólo en su forma de vestir sino en la de actuar. Es como si tuvieran que salirse de la norma para dar más credibilidad al lector. Pero lo más importante, aunque sea una perogrullada, es que sean rigurosas, que estén documentadas y que tengan criterio. Suzy Menkes, que es una mijita estrafalaria, resulta que es muy buena en su oficio. Respetada en la profesión, esta periodista y editora del International Herald Tribune, recibirá este lunes 2 de diciembre, el Premio Especial de Honor de los British Fashion Awards, por su larga y brillante trayectoria.

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Foto tomada de Ladybrille

 

Y servidora se alegra porque se lo merece y no hay nada como reconocer el mérito allá donde lo haya, una costumbre poco habitual en estos pagos, desgraciadamente. «Detrás de ese tupé  (distintivo característico de esta periodista) se esconde un fenómeno. Es asombroso cómo influye con sus textos en las industrias de Milán o París, orientando la coyuntura económica y cultural. Además, es la mejor defensora de la integridad del periodismo, una gran inspiración y  poseedora del humor más pícaro que conozco», declaró Sarah Mower, embajadora del British Fashion Council. Sus crónicas de moda tienen la acidez de su inteligente ironía, pero todas tienen el rigor de su oficio. Suzy Menkes es el mejor ejemplo de que la veteranía es un grado.

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Foto tomada de vistelacalle

Suzy Menkes cumplirá 70 años el día de Nochebuena y es el mejor ejemplo de que el espíritu inquieto prevalece sobre el DNI. Hace unos meses se deshizo de parte de sus guardarropa por medio de una subasta online, a través de la casa Christie’s. Los interesados pujaron por más de ochenta prendas, algunas de ellas de Chanel, Christian Dior, Lacroix  o Yves Saint Laurent. Mucho diseñador francés para una periodista británica… En una entrevista por ese motivo, aseguró que desde que terminó la universidad en 1964 no había tirado ninguna prenda. Según contaba El país, en su casa permanecían la túnica que más utilizaba cuando era estudiante, un pañuelo de Hermès que le regaló un «novio rico»  y los vestidos que se puso en su luna de miel. «Hay algo triste en un montón de ropa guardada», manifestó con la jovialidad que la caracteriza.

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1 comentario

Susana Pérez 2 diciembre 2013 - 23:22

Me parece muy interesante las personas con su identidad…y que guarde sus prendas y no pueda desacerse de ellas la delata…
Y sí, esa forma tan peculiar de llevar el tupé, seguro que la hace única frente a la pluma.

Pienso que su imagen y su cabeza van en la misma onda…y que lo único que falla aquí es el espejo o cámara que no están graduadas…jajaj

Arriba la gente diferente pero con estilo propio.

(P.D. Que me gusta como escribes Clara Gúzman ¡¡¡… )

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