Por todo lo alto

por Clara Guzmán

 

 

La verdad es que ir a la peluquería es una especie de homenaje al cuerpo; huir del ajetreo y entrar en ese ansiado oasis de cremas, masajes, cambios y la sensación de que esos reductos de belleza son terapéuticos.  Twenty one by Esther Llongueras se lo ha propuesto, quizás  porque el  bienestar suele empezar por la cabeza y culminar en los pies. 

 

 

 

 

 

Dicen los estudiosos de esta materia, que los salones de peluquería empezaron en la Francia del siglo XVII. Generalmente lo suelen aseverar los galos, aunque a veces lleven razón y su pretendido chovinismo sea simplemente un fehaciente reconocimiento de los hechos. Y los hechos dicen que al principio este oficio lo ejercían médicos y que a los varones no se les permitía ese gesto íntimo de tocar la cabeza de una mujer.

 

 

 

Como los tiempos suelen adelantar tanto que a veces nos retrasamos y pillamos los cambios cuando ya vienen de vuelta, la peluquería ha ido ampliando y sofisticando tanto sus servicios que al final se ha convertido en sesiones terapéuticas, saludables para el cuerpo y para el alma. Dicen también los que saben de estas lides que un cambio de imagen tanto en el hombre como en la mujer va acompañado de un giro en su vida. Dicho así suena a novela, pero, ¿quién no tiene una novela en su vida, o al menos un par de capítulos?

 

 

 

 

Esther Llongueras, con su firma Twenty one, dice haber hecho realidad un sueño que nació cuando era niña. Y claro, como se siente bien, quiere transmitirlo a sus clientas. «Mi deseo es regalarte bienestar, ofrecerte un respiro en tu abarrotado tiempo, hacer que te rindas ante lo que realmente te apetece, demostrarte que, cuando te cuidas, los problemas parecen más llevaderos. Convencerte de que estar mejor cuesta menos de lo que parece y hacerte ver que las excusas no son otra cosa que barreras para la armonía corporal y mental».

 

 

 

 

Con una red de veinticuatro salones en España (en Sevilla, en la calle Luis Montoto) y con más de trescientos empleados en la actualidad, Twenty one by Esther Llongueras quiere seguir demostrando con hechos que ir a la peluquería puede llegar a ser una fiesta  ¿Por qué no nos damos un homenaje?

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7 comentarios

Macarena 10 enero 2012 - 12:06

Me encanta la pelu.en Twenty One me tratan muy bien.
Hace años que voy,mi cabello rizado solo me lo entienden allí.
Ademas de la seguridad con la que voy,cuando me ofrecen el cafe me siento como en casa.

Ruben 8 enero 2012 - 14:56

Desde pequeño nunca me gustaba que me cortasen cabello… Me sentía con la sensación : «»»ese no soy yo con el pelo tan corto… Tan rapado… las orejas mas descubiertas… «»» es cuando un buen día me hablaron de los estilistas del salón 21 … Y me supieron escuchar y hacerme lo que siempre quise que me hicieran en el cabello cuando lo tenía mas largito de lo normal… Un corte natural donde me seguía sintiendo yooooo… No olvidemos que nuestro cabello es un «órgano» propio; que nos otorga seguridad, belleza,…Siempre recomiendo el salón 21 by Esther Llongueras por que son profesionales y te hacen sentir como en tu casa.

Juana 4 enero 2012 - 14:40

Yo hace 1 mes fuy Hacerme el tratamiento de keratina extralisso y estoy encantada.Nunca mi pelo había estado así de bonito.lo recomiendo!!!!!!!!

Inma 4 enero 2012 - 14:36

En Twenty One es una maravilla ser cliente.Lo soy desde que eran Llongueras a secas,y he de decir que siguen siendo igual o mejor.Que solo han cambiado el nombre lo demás multiplicado por 21.

Clara Guzmán 23 diciembre 2011 - 17:53

Felices Pascuas a todos los lectores de telademoda. Muchas gracias por vuestra fidelidad. Saludos desde Sevilla.

Paco P. 23 diciembre 2011 - 17:37

Muchas felicidades a todos los seguidores de este blog, que son muchos y en especial a Clara Guzmán, pedazo de señora.

Inés 23 diciembre 2011 - 17:10

Es cierto yo voy a la pelu y desconecto. Que peinados más chulos. Feliz Navidad a todos y en especial a esta bloguera que me hace pasar tan buenos ratos.

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