Chicco: ¡Al agua, pies!

por Clara Guzmán

 

De ser la firma de los biberones y de todos esos artilugios que necesita el pequeño, Chicco se ha lanzado a competir en el campo de batalla de la moda infantil, un campo en  el que, en los últimos tiempos, unos salen maltrechos y otros enarbolando la bandera de la victoria. La calidad  sigue siendo la única baza para triunfar en buena lid. Por eso sus cangrejeras para ir a chapotear a la playa son de las que duran más allá de las vacaciones estivales. La pena es que el niño crece y crece y crece.

¿Quién no ha tenido unas cangrejeras, escarpines o sandalias de goma para salir indemne de las piedras, a veces pedruscos playeros? Un calzado que  tiempo atrás igualaba a todos, casi como lo hacían aquellos otros zapatos «Gorila», duros como el corindón, y que ahora puede ser un signo de distinción.

Un amplio abanico

No es lo mismo llevar unas cangrejeras cuneras que otras a las que se les han añadido unas pinceladas de creatividad. Lo importante es que el niño quiera ponérselas. Que esa es otra. Chicco tiene un amplio abanico, que además de dar aire a los pies de las criaturitas, permite a los padres elegir y diferenciar entre las de un hermano y las de otro.

Dicen en el gabinete de prensa de Chicco que los colores de las cangrejeras son refrescantes, a Dios gracias con la que está cayendo (me estoy refiriendo al calor) no se indigne usted, que últimamente andamos  todos muy sensibles; y que los diseños están basados en la Naturaleza, no sé si siguiendo la senda verde del sano ecologismo. Pues, ¡hala! a comprarle a los chiquillos unas cangrejeras, a preparar las maletas y a desfogarse en las atestadas piscinas y playas.Y a añadir otro par más a los rebosantes armarios infantiles. Que los tiempos son de los que aconsejan no abrir demasiado el monedero porque se resfría el dinero, pero a la prole que no le falte de ná.

Tres pares de zapatos para una vida

Una vez leí en un libro de sociología de la moda que en la región francesa de Pontivy y a principios del siglo XX cada hombre, normalmente, no tenía más que tres pares de zapatos a lo largo de su vida: el primero, escogido un poco grande, para la primera comunión, y que le duraba hasta el matrimonio; el segundo, del matrimonio a la cuarentena y el tercero desde la cuarentena hasta la muerte». No se ría. El autor del texto hablaba de su país, pero, ¿qué hubiera escrito un español sobre la escasez y la falta de calidad del calzado de sus compatriotas en el mismo período de tiempo?

12 comentarios

Johnathan 17 septiembre 2012 - 14:04

Will you write more about this?

carmen 1 agosto 2011 - 10:11

me interesan cual es el precio y si las puedo comprar online mejor

Mª José 3 julio 2011 - 13:15

Es una pena, hemos echado de menos en FIMI a Chicco. Hay mas calzado que nunca. No dejeis de visitarnos

Jacobo 2 julio 2011 - 0:37

Las cangrejeras son más bien vulgares. Lo original es el texto. Este texto y los otros que me he podido leer esta tarde-noche. Ha sido un descubrimiento este blog.

Blanca 30 junio 2011 - 19:16

Alguien ha escrito que este blog es distinto porque la bloguera no se exhibe y es cierto. A mí me parece que la bloguera es una gran profesional que domina muchos campos. Felicidades.

Caballa 30 junio 2011 - 15:43

¿Calzados Bentata? Aquí hay una paisana. Ole y ole por los caballas. Caballas del mundo, uníos en este blog que es estupendo

Piel de Manzana 30 junio 2011 - 15:38

Esta bloguera siempre me toca la fibra sensible de los recuerdos.Yo también tuve unos zapatos gorilas irrompibles y unas cangrejeras sin adorno alguno para poner bañarme en la playa. Felicidades, señora bloguera.

concetta 30 junio 2011 - 13:58

Qué bonito texto!. Al hilo de todo esto, hay un proverbio indio ( India) que dice que » no juzgues a alguien sin haber llevado sus zapatos, por lo menos, cien pasos»…Fíjate la importancia y la sinergia de los zapatos con la persona!

africa lm 30 junio 2011 - 13:16

Preciosas cangrejeras,el texto y la señora bloguera como siempre,es decir,¡descomuná!.En mi modesta opinion,compartida tambien por ventura,Chicco es Chicco pero aquí han pisado un buen pedrusco.Golpes bajos ya nos decian que eran malos tiempos para la lírica;ahora,creemos,ventura y yo,que son malos tiempos para sacar nuevos productos.Es nuestra opinión,aunque,supongo que Chicco tendrá un superdepartamento de expansión y marketing y lo tendrá claro.La señora bloquera me ha hecho recordar mis años mozos al hacer alusión a los zapatos gorila,te duraban ni se sabe de tiempo y en mi tierra solo habia una zapateria que los vendia,calzados bentata.

Mercedes 30 junio 2011 - 10:20

Pero que cosas mas curiosas nos cuenta esta señora. Porque es una señora, verdad???????

Josita 30 junio 2011 - 10:06

Mi abuela me contaba que los zapatos eran señal de riqueza. No solo porque fueran buenos sino porque estuvieran limpios. Señal de que se era un señorito y se iba a caballo. Mi abuela tiene ahora 94 años y es manchega. Que bonito texto y las cangrejeras son muy graciosas.

Rocío 30 junio 2011 - 9:52

Me gustan las cangrejeras, pero lo que más ese texto tan distinto a todos los demás. Felicidades.

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