Boquitas pintadas

por Clara Guzmán

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«Como los ojos son el espejo del alma, ¿por qué no admitir que la boca es la intérprete del corazón?». Esta frase de Coco Chanel, mujer sentenciosa, rebelde y no sé cuántas cosas más, ha sido el detonante para que el maquillador oficial de esta Casa francesa, Peter Philips, lanzara la nueva barra de labios «Rouge Coco», en homenaje a la señorita de la Rue Cambon.

Esta barra, fija en éxitos, pinta la boquita de Vanessa Paradis y es como si pintara las miles de bocas de todas esas mujeres que, en época de crisis, cuando el bolsillo se tambalea, no les tiembla el pulso a la hora de adquirir una barra de labios. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas, que mienten sólo lo justo y necesario.

Oscar Wilde, que era un tipo vitriólico, solía decir que «demasiado rojo en los labios y poca ropa son signos de desesperación en una mujer». Coco Chanel, que disparaba desde la trinchera de enfrente del escritor irlandés, le habría dado la vuelta como a un calcetín a esta misógina frase para adornarla con alguna referencia poética, enlazada con el marketing, a pesar de que en sus tiempos no existía esta ciencia del buen vender.

Barras de labios rojas

Si es usted un lector curioso, en el buen sentido de la palabra curioso, se habrá dado cuenta de que los escasos anuncios que afloran a los medios de comunicación en estos aciagos tiempos de crisis son de belleza o cosmética. Todos los datos que arrojan estudios serios, o al menos amparados en Universidades generalmente lejanas, pero con visos de ser importantes, indican que en tiempos de vacas anoréxicas se dispara la venta de barras de labios, preferentemente rojas.

La psicóloga Prado Buendía me dio un día las razones de este fenómeno: «Más que sentirnos feas en estas épocas, tenemos la sensación de que todo a nuestro alrededor va perdiendo brillo, al irnos contagiando del ambiente de crisis. Entonces vamos renunciando a trajes de última, zapatos, complementos…y sin embargo nos maquillamos más, nos pintamos los labios más rojos como una manera de hacer frente a la situación con una actitud más positiva. No permitirnos que nuestro ánimo se venga abajo y, si lo hace, lo disimulamos con un buen maquillaje. Pintarnos nos hace sentirnos mejor y más fuertes, porque es ponerle al mal tiempo buena cara».

El 11-S

Los hechos le dan la razón a Prado Buendía. Las ventas de barras de labios de Estée Lauder se duplicaron después de los atentados del 11-S de 2001, y si echamos la vista atrás, en los años 92 y 93 del siglo pasado, en plena crisis económica (sí, entonces también hubo una crisis y salimos de ella) el mercado de carmines creció casi un 10%.

Pero si todavía retrocedemos más en el tiempo, durante la II Guerra Mundial eran numerosas las mujeres que se pintaban los labios para subir la moral de los soldados que regresaban del frente. Era el mensaje reconfortante de que la vida seguía a pesar de las secuelas del conflicto bélico.

Aquí y ahora Peter Philips le ha echado pasión a su «Rouge Coco» para homenajear  a esa mujer indescriptible que fue Coco Chanel, pero también para homenajear a todas esas otras mujeres anónimas que cada día hacen lo indecible por ponerle al mal tiempo…buena cara.

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8 comentarios

María B. Larios 26 enero 2010 - 11:07

Super interesante, gracias.

Victoria 13 enero 2010 - 18:19

Me encanta este blog y este post sobre las baras de labios es muy curioso.
Saludos desde Vigo.

José Ramón 13 enero 2010 - 14:49

Muy interesante la relación entre la cosmética y las finanzas. Tiene su punto.

Linda 12 enero 2010 - 20:06

Me gusta este blog porque trae siempre cosas interesantes. Este de las barras de labios es muy original.

charo g 11 enero 2010 - 15:54

Claro, me gusta mucho este post. Originalísimo como siempre, espero verte pronto.

Un beso.

Fernando 11 enero 2010 - 11:25

Me parece recordar que Desmond Morris hacía en «El mono desnudo» algunas observaciones sobre las boquitas rojo cereza, equidistantes de Oscar Wilde y de Clara Guzmán, si acaso cayendo del lado de las mujeres en la Segunda Guerra Mundial :-))

Sin querer pisar terrenos políticos, no deja de ser irónico que el color rojo vaya tan estrechamente asociado a las crisis y las penurias.

MARTA VERA 11 enero 2010 - 10:26

Me encantan las barras de labios rojas, siempre digo que los buenos rojos sólo los puedo encontrar en las grandes casas (chanel,dior, lancôme…). Clara, me encantó este post, felicidades. Un beso.

Nuria 11 enero 2010 - 9:36

No sabía que se le podía sacar tanto jugo a un post de barras de labios. Felicidades.

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